jueves, 6 de noviembre de 2014

LA ESTABILIDAD DEL MUNDO - EL PRINCIPIO DEL ACTUALISMO




Este es un principio básico en todas las ciencias y también en la vida cotidiana.
El principio podría enunciarse así: Observando lo que sucede en la actualidad, podemos deducir por analogía lo que sucedió en el pasado.

Este principio se usa cotidianamente en geología, por ejemplo, observamos, cómo en la actualidad, las olas amontonan la arena en la playa con una estructura muy concreta, vemos que entre los granos de arena, hay conchas de bivalvos, de gasterópodos y restos de alguna ostra.

Estas observaciones que hemos realizado, nos permiten afirmar con bastante certeza que un paquete de arenas de una época geológica pasada, amontonada con la misma estructura, y con fósiles de bivalvos, gasterópodos y ostras, se sedimentó en una antigua playa de unas condiciones geográficas y climáticas semejantes a la que hemos observado en la actualidad.

Este principio usado cotidianamente, aún sin conocerlo, permite todas las investigaciones policiales y muchas de las investigaciones científicas, pero implica inevitablemente una cierta estabilidad del mundo, que permite adquirir conocimientos gracias a la experiencia. Esta experiencia puede ser previa o posterior. ¿Cuántas veces al observar algo ha entendido claramente un suceso del pasado?, diciendo o pensando: “¡Ah!, así que esto fue lo que pasó”.

Se puede uno imaginar un mundo inestable: si ponemos la sartén en el fuego con aceite, y le echamos un huevo de gallina, no sabemos qué saldrá, si un escalope de ternera, una trucha a la plancha, o una fuente de profiteroles. Si su médico le receta una vacuna, no sabemos si le va a servir para la viruela, el sarampión, el cólera o la gripe. Si gira la llave del arranque de su coche, no sabemos si el motor se pondrá en funcionamiento, si el asiento se echará para atrás, o se caerá la puerta al suelo.

Es precisamente la estabilidad del mundo, la que nos permite aprender y relacionarnos y ha hecho posible que levantemos esta civilización.

En la actualidad hay dos teorías “científicas” que nos impelen con insistencia a creer en la inestabilidad del mundo: la teoría de la evolución y la teoría de la relatividad.
Su argumento principal es que aunque el mundo nos parezca estable, eso es una ilusión debida a la corta duración de nuestra vida comparada con la de las edades geológicas, o con la del Universo.

Se pretende que aceptemos como científico algo que sobrepasa con creces la objetividad propia de las ciencias empíricas, que ha de permitir realizar experimentos para su verificación. Todos sabemos que los gatos paren gatos, de los huevos de pata, nacen patos, y que si plantamos una castaña, crecerá un castaño; está es nuestra experiencia de la estabilidad del mundo.

Pero nos dicen que es un hecho científico comprobado que ha sucedido millones de veces a lo largo de la historia de la tierra, que un ser de una especie engendre un descendiente de otra especie distinta. Puedo entender que los descendientes son parecidos a sus padres, no iguales, y que esas pequeñas desigualdades varían y oscilan a lo largo del tiempo, pero que un tipo de seres genere otro tipo de ser con otro tipo de vida, es algo de lo que no tenemos ningún ejemplo, ni en la actualidad ni en el registro fósil.

Por otro lado nos dicen que todo es relativo, el movimiento, el espacio, el tiempo, nuestra percepción de la realidad, todo, nos dicen que no existe nada objetivamente verídico. Cuando en realidad no es que el movimiento sea relativo, lo que es relativa es nuestra capacidad para observarlo y medirlo, pues depende de nuestra posición.

Otro tanto ocurre con el espacio y el tiempo, no son relativos, sino que nuestra capacidad de medirlos o de estudiarlos, se queda corta ante escenarios complejos que podemos imaginar, pero no en la vida real, por eso tenemos metros y relojes.

En cuanto al resto de cosas, hay ciertamente cosas opinables como cuál es la chica más guapa o la comida más buena, pero la mayoría de las cosas, o son o no son, la pantalla en la que usted lee esto, no es relativa, existe ciertamente, y no es opinable si existe o no, eso son sólo majaderías, o posturas de personas que se empecinan en mantenerse en el error.

Como bien explicó Santo Tomás: El que niega la existencia de la verdad, cae en una fragante contradicción, puesto que para el, es verdad que no existe la verdad. Los relativistas pecan de esto, puesto que para ellos es verdad que todo es relativo.

Si nos pidieran que creyésemos que los elefantes vuelan, pensaríamos que nos toman por tontos, o que se trata de algún experimento sobre la fantasía, y nos piden que creamos en la inestabilidad del mundo, algo que contradice todas nuestras percepciones de la realidad y asentimos sin más.

Ángel Luis Hurtado
Semogil 6 de Noviembre del 2.014

lunes, 3 de noviembre de 2014

¿POR QUÉ CUESTA TANTO ENTENDER ALGUNAS ENTRADAS DE ESTE BLOG?.



¿ A qué especie asignamos este cráneo?

Un seguidor silencioso del blog, me ha pedido que escriba más entradas, a la vez, me ha asegurado que no entiende nada de lo que las entradas dicen. Es evidente que lo que le gustan son los comentarios y las respuestas a ellos.
La mayoría de los blog que se pueden encontrar, hablan y hablan de temas, dando por supuesto que conversan sobre algo cierto, sobre algo real. Es muy sencillo colocarse delante de un teclado y escribir. Otra cosa es investigar y querer fundamentar con alguna certeza lo que se escribe, esto último hace que tengas que fundamentar tus afirmaciones, y puesto que este es un blog que trata de un tema científico, las fundamentaciones han de ser científicas, y esas fundamentaciones no están en los diarios digitales, ni en los blog que comentan las noticias, están en las publicaciones científicas. Por eso algunas entradas de este blog son muy técnicas, porque hay que precisar para poder apreciar si lo que escribimos es verosímil o es sólo una opinión sin fundamento. Cuando entréis a un blog, mirad a ver cuántos trabajos científicos se citan y así sabréis que tan serio es lo que allí se escribe.

Es difícil para esta generación acostumbrada a los anuncios publicitarios y a los guasas (sé perfectamente cómo se escribe en inglés) que por su propia naturaleza son breves y escuetos, reunir el suficiente interés y atención para seguir una exposición un poco extensa, pero es el precio que hay que pagar si te importa algo no ser manipulado.
La mayoría de las personas no lee los trabajos científicos, se conforma con las migajas que le dan en lo que llaman divulgación científica, en los documentales y en los programas pseudocientíficos de la televisión, y creen que saben mucho con ello. Dicho todo esto, voy a hacer un intento de dar una versión divulgativa de la última entrada del blog, la que trata sobre el ADN mitocondrial. Es posible que después de leer esto, se entienda mejor la entrada.

SOBRE EL ADN MITOCONDRIAL
Nos dicen que el ADN que hay en las mitocondrias de nuestras células lo heredamos sólo de nuestra madre, pues bien, eso es sólo una suposición que sabemos no es del todo cierta, también se hereda el ADN de las mitocondrias de nuestro padre, sabemos también que se recombinan, se mezcla el ADN mitocondrial de nuestra madre con el de nuestro padre, como por otra parte sucede con todos los cromosomas que tenemos.
Por tanto, si damos por supuesto que el ADN mitocondrial del padre no se hereda, y que no se mezcla con el de la madre, y fundados en esa suposición, hacemos una genealogía, yo, tendré  el mismo ADN mitocondrial que mi madre, que mi abuela, que mi bisabuela, que mi tatarabuela, y así hasta Eva, a no ser que el ADN de vez en cuando mute, (se produzca un pequeño cambio en él). Si el ADN cambia, el cambio se hereda, y de este modo, si analizamos mi ADN mitocondrial y el tuyo, y vemos que tienen 8 diferencias, podemos deducir que nuestros antepasados comunes, están más alejados en el tiempo que los de dos personas que sólo manifiestan dos diferencias entre sus ADN mitocondriales. Pero como el ADN mitocondrial del padre se hereda y además se mezcla con el de la madre. Todas las argumentaciones como las anteriores son especulaciones sin ningún fundamento.
Por otro lado nos dicen que las mutaciones se producen al azar, el azar es por definición algo imposible de abarcar, calcular o predecir por nuestro entendimiento, por lo tanto una persona que defiende que una mutación se produce al azar, y a la vez afirma que sucede con un ritmo de tiempo fijo, está incurriendo en una contradicción de libro.
Y por último, no se puede dar como un argumento científico una creencia, y afirmar que el ser humano y el chimpancé tienen un antepasado común, es afirmar una creencia, eso es algo que los evolucionistas creen, pero que no pueden demostrar ni con fósiles, ni con ningún otro tipo de pruebas científicas, por lo que se están mezclando ámbitos de conocimiento distintos, como son la ciencia y la filosofía, y aunque esto de mezclar es propio de la propia naturaleza humana, ha de ponerse empeño en fijar de qué tipo de conocimiento hablamos.
Hablan de un antepasado común del hombre y del chimpancé, que nadie conoce, nadie ha encontrado, nadie sabe cuando vivió, ni dónde lo hizo, por lo que hablan de un ser imaginario, y la ciencia no trata de seres imaginarios, no trata de unicornios, ni de orcos, trata de hechos reales, es por ello que me tomo todo este interés en evidenciar lo absurdo de estos asuntos, a pesar de que mucha gente de buena voluntad los crea como reales o demostrados, simplemente porque son bombardeados repetidamente con esas informaciones.
No sé si esto ha servido para algo, espero algún comentario al respecto. Gracias.
Ángel Luis Hurtado
Semogil 3 de Noviembre del 2.014