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Comparación de la pelvis de chimpancé y de la pelvis humana, con referencia al canal del parto. Imagen de http://2.bp.blogspot.com/
En primer lugar vamos a ver lo que significa eso de adquirir la posición bípeda; para ello, vamos a partir del comentario que hace el famoso evolucionista S.J. Gould : “ El bipedismo no es un logro fácil. Requiere una reconstrucción fundamental de nuestra anatomía, particularmente del pie y de la pelvis. Más aún, representa una reconstrucción anatómica ajena al esquema normal de la evolución humana” [3]
Esa reconstrucción fundamental de la anatomía implica ineludiblemente entre otros muchos cambios que:
· El pulgar del pie tiene que cambiar su disposición, su tamaño y su función propia del pie prensil, a una disposición longitudinal al pie, para apoyar el impulso del paso y de la carrera.
· Todos los huesos del pie tienen que reorganizarse adquiriendo una forma arqueada (el “puente”) para facilitar el equilibrio.
· Las trabéculas del hueso del talón (el calcáneo), tienen que reorganizarse para la nueva disposición de fuerzas, así como todos los enganches óseos de los músculos y tendones del pie.
· La articulación de la rodilla ha de transformarse por completo.
· La cabeza del fémur ha de cambiar su ángulo de inserción en la cadera.
· La cadera ha de transformarse, casi por completo, para facilitar la articulación con el fémur y para posibilitar unos puntos de apoyo a los músculos del glúteo y de la pierna que han de realizar esfuerzos condicionados por nuevas palancas.
· La totalidad de las vértebras de la columna, y todos sus discos intervertebrales, han de transformarse para soportar fuerzas de compresión, en vez de fuerzas de cizalla y de tensión a las que estaba especialmente sometida en la vida arbórea.
· Las apófisis vertebrales han de reducirse al mínimo, pues su razón de ser, (soportar la tensión del arco entre los dos pilares que son las patas), ha desaparecido.
· Ha de modificarse el cráneo para equilibrar su peso en el eje que forman las vértebras cervicales, y para disponer los ojos en la posición adecuada a la nueva postura.
· Ha de modificarse por completo el órgano del equilibrio.
· Y no digamos nada de todas las modificaciones nerviosas y cerebrales necesarias para coordinar todas estas novedades.
· Etc.
Insistimos en una cuestión: ¿de qué le iba a servir, por ejemplo, a un mono, tener una rodilla bípeda si no tenía el pie preparado para andar así?. Y sostener que esos cambios han ido dándose paulatinamente a lo largo de millones de años, todos a la vez y coordinadamente, y encima por casualidad, es algo que, por su improbabilidad, roza lo irracional.
Esqueleto completo de un chimpancé - imagen de http://3.bp.blogspot.com/
No son pocos los científicos que prescinden de todas las demás peculiaridades de la “hominización”, y que sólo buscan el paso al andar bípedo: “De todos los criterios que se han propuesto, como cerebros más grandes, reducido dimorfismo sexual (diferencias entre los machos y las hembras), el andar bípedo, el espesor del esmalte dental y el aumento de los molares y premolares. Los dos primeros se pueden descartar de inmediato......... el único carácter que nos queda es el bipedismo, aunque debemos preguntarnos si es suficiente. ¿Podrían haber experimentado la locomoción bípeda algunos simios fósiles sin conexión con el hombre? ¿Los convierte esto en antepasados del hombre?”[1]
Es unánime la explicación de que esto sucedió como una respuesta adaptativa a uno o varios cambios climáticos, que fueron transformando la primitiva selva tropical en la actual sabana africana, por lo que algunos primates arbóreos se vieron obligados a cambiar su “hábitat”, y de entre todos ellos, hubo uno que, afortunadamente, justo en ese momento del cambio climático, sufrió una “mega mutación” que transformó por completo su anatomía y pasó de cuadrúpedo arbóreo a bípedo terrestre. [2]
Volvemos al truco de siempre: lo primero, es dar por cierto que los hombres venimos de los monos, y como nosotros somos bípedos y ellos cuadrúpedos, pues esto de pasar a ser bípedo, tuvo que suceder sin ninguna duda, y entre el concurso de posibles explicaciones, ésta es la que más ha gustado; pero vamos a ver si esto es una explicación científica, o una fantasía.
Es unánime la explicación de que esto sucedió como una respuesta adaptativa a uno o varios cambios climáticos, que fueron transformando la primitiva selva tropical en la actual sabana africana, por lo que algunos primates arbóreos se vieron obligados a cambiar su “hábitat”, y de entre todos ellos, hubo uno que, afortunadamente, justo en ese momento del cambio climático, sufrió una “mega mutación” que transformó por completo su anatomía y pasó de cuadrúpedo arbóreo a bípedo terrestre. [2]
Volvemos al truco de siempre: lo primero, es dar por cierto que los hombres venimos de los monos, y como nosotros somos bípedos y ellos cuadrúpedos, pues esto de pasar a ser bípedo, tuvo que suceder sin ninguna duda, y entre el concurso de posibles explicaciones, ésta es la que más ha gustado; pero vamos a ver si esto es una explicación científica, o una fantasía.
En primer lugar vamos a ver lo que significa eso de adquirir la posición bípeda; para ello, vamos a partir del comentario que hace el famoso evolucionista S.J. Gould : “ El bipedismo no es un logro fácil. Requiere una reconstrucción fundamental de nuestra anatomía, particularmente del pie y de la pelvis. Más aún, representa una reconstrucción anatómica ajena al esquema normal de la evolución humana” [3]
Esa reconstrucción fundamental de la anatomía implica ineludiblemente entre otros muchos cambios que:
· El pulgar del pie tiene que cambiar su disposición, su tamaño y su función propia del pie prensil, a una disposición longitudinal al pie, para apoyar el impulso del paso y de la carrera.
· Todos los huesos del pie tienen que reorganizarse adquiriendo una forma arqueada (el “puente”) para facilitar el equilibrio.
· Las trabéculas del hueso del talón (el calcáneo), tienen que reorganizarse para la nueva disposición de fuerzas, así como todos los enganches óseos de los músculos y tendones del pie.
· La articulación de la rodilla ha de transformarse por completo.
· La cabeza del fémur ha de cambiar su ángulo de inserción en la cadera.
· La cadera ha de transformarse, casi por completo, para facilitar la articulación con el fémur y para posibilitar unos puntos de apoyo a los músculos del glúteo y de la pierna que han de realizar esfuerzos condicionados por nuevas palancas.
· La totalidad de las vértebras de la columna, y todos sus discos intervertebrales, han de transformarse para soportar fuerzas de compresión, en vez de fuerzas de cizalla y de tensión a las que estaba especialmente sometida en la vida arbórea.
· Las apófisis vertebrales han de reducirse al mínimo, pues su razón de ser, (soportar la tensión del arco entre los dos pilares que son las patas), ha desaparecido.
· Ha de modificarse el cráneo para equilibrar su peso en el eje que forman las vértebras cervicales, y para disponer los ojos en la posición adecuada a la nueva postura.
· Ha de modificarse por completo el órgano del equilibrio.
· Y no digamos nada de todas las modificaciones nerviosas y cerebrales necesarias para coordinar todas estas novedades.
· Etc.
Insistimos en una cuestión: ¿de qué le iba a servir, por ejemplo, a un mono, tener una rodilla bípeda si no tenía el pie preparado para andar así?. Y sostener que esos cambios han ido dándose paulatinamente a lo largo de millones de años, todos a la vez y coordinadamente, y encima por casualidad, es algo que, por su improbabilidad, roza lo irracional.
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Aún con lo absurdo que es esto, vamos a dar algunos argumentos más:
· Cada vez que se ha presenciado la devastación de una selva, bien por causas naturales o a consecuencia de la acción humana, los animales que vivían allí han perecido, o, si han podido, se han refugiado en otra zona de selva próxima. Jamás se ha oído que alguno de los animales que allí vivían, se convirtiese en otra cosa.
· ¿Qué ha pasado, entonces, con los periodos lluviosos y con las glaciaciones que han existido desde el Mioceno?, ¿se ha invertido la “tendencia evolutiva”, y algunos bípedos se han convertido en cuadrúpedos?.
· Lo curioso es que en la sabana viven algunas especies de monos, que alternan su estancia en el suelo con trepar a los árboles, como los monos verdes [4] y los mandriles, [5] y siguen siendo monos, tienen cola, y son cuadrúpedos arbóreos.
· Algunos defienden que ser bípedo era una ventaja para poder huir mejor de los depredadores, y que el tener las dos manos libres era algo muy útil para sujetar mejor a las crías. Que nosotros sepamos, las crías de todos los monos se agarran magníficamente a su madre, aunque ésta esté usando las cuatro extremidades y el rabo para moverse con enorme soltura entre los árboles. Y hasta los osos, que pueden andar bípedamente, y que se colocan en esta posición para imponerse, cuando quieren correr, lo hacen a cuatro patas, porque todos sabemos, y ellos también, que los cuadrúpedos corren más deprisa que los bípedos.
· Y puestos a buscar, hay muchos seres que ciertamente son bípedos, por ejemplo, los canguros y casi todas las aves; ¿por qué no plantear que el hombre se ha originado desde cualquiera de ellos, en vez de inventar un hipotético primate bípedo que nadie encuentra?. [6]
· Se suele confundir caminar con dificultad en posición erguida, con bipedismo. Por ejemplo, uno de los simios actuales, el gibón, baja poco al suelo, pero cuando lo hace camina erguido, un poco torpemente, con los brazos separados del cuerpo para mantener el equilibrio. [7] Y que nosotros sepamos nadie espera que se convierta en un hombre.
· Y Si esto del bipedismo, es lo único importante y no se puede demostrar, realmente poca cosa tienen, aparte de su convencimiento imperturbable de que el hombre desciende del mono.
· Y podemos compartir el comentario del paleoantropólogo paquistaní David Pilbeam: “Si fuéramos a ver a un científico especialista en otra materia, y le mostráramos la pobreza de las pruebas acumuladas, seguramente nos diría: -Olvídenlo; no basta para seguir adelante-“[8]
· Y sin ninguna prueba convincente, ahí lo tenemos en todos los programas televisivos y en todos los textos de supuesta biología: “es un hecho demostrado científicamente: el hombre viene del mono”, ¡qué cara más dura!.
[1] Stringer, Chris y Andrews, Peter: “La evolución humana” Edit. Akal p.144 – 2.005.
[2] Para lo que nos interesa ahora, es indiferente si ocurrió de golpe, como defenderían los “genetistas homeóticos”, o si sucedió gradualmente como defenderían los darwinistas ortodoxos, el caso es que, todos están de acuerdo en que en una, o en varias fases, esto es lo que sucedió.
[3] Goud, S.J. “El pulgar del panda” Edit Orbis – 1.985, p. 139. – citado por Sanvicens, A. “Toda la verdad sobre la evolución” p. 225.
[4] Leakey , R. y Lewin, R. “Nuestros orígenes”Edit. R.B.A. – 1.995; Cap. XIII.
[5] Leakey , R. y Lewin, R. Op. cit. Cap. VIII.
[6] Si alguno de ustedes está pensando en la famosa Lucy (Australopithecus afarensis), ya verá en la entrada siguiente, que a pesar de todo lo que hayan escuchado, no puede considerarse un antepasado del hombre por muchos motivos.
[7] Johanson, D. y Edey, M . “El primer antepasado del hombre” Edit. R.B.A. 1.990 – p. 350.
[8] Leakey, Richard, “La formación de la humanidad” Edit. B.B.A. – 1.993 - p. 52.
Semogil 27 de Diciembre del 2.009