lunes, 30 de noviembre de 2009

¿Especies o Variedades?

Imagen de www.fotosnatura.org

En el pasado otoño, realicé con mi esposa una grata visita a la umbría de la sierra del Pinar, al bosque de Pinsapos que hay cerca de Grazalema en Cádiz. A lo largo de la visita, la persona que nos guiaba, al ver que buscábamos alguna semilla de pinsapo, nos dijo que las autoridades del parque no ven con buenos ojos que se planten pinsapos en otros lugares, ni que se traigan cerca del pinsapar otras especies de Abeto, pues temen que al final, se hibriden y se pueda perder la originalidad del Pinsapo.
Este comentario ha dado vueltas en mi cabeza, y creo que lo voy a usar para adentrarme desde el punto de vista biológico, (botánico en este caso) en el crucial y delicado asunto de las especies. Voy a empezar por citar algunas generalidades de los Abetos para centrar un poco el tema, ya que el Pinsapo es una especie del género Abies (abetos).
Los Abetos pertenecen a la familia de las Pináceas, son árboles que pueden llegar hasta los 80 metros de altura, porte de gran cono agudo, con un tronco solitario y generalmente recto, las ramitas, se van abriendo con un ángulo muy pertinaz de 60 grados; se distinguen de los pinos porque sus hojas están sujetas a las ramitas por un pie que recuerda en su forma una ventosa, y porque los conos (piñas) que sólo aparecen en la copa del abeto, son erectos, no cuelgan de las ramas, y cuando maduran, no caen como las de los pinos, sino que sueltan las brácteas y las semillas, perdurando durante un tiempo en su lugar el eje central del cono.
Imagen dehttp://1waste.ideal.es
Los abetos están en la actualidad muy extendidos por todo el hemisferio boreal (norte), no existen abetos en el hemisferio sur. Según los autores, hay entre 54 y 60 especies de abetos[1] una de ellas es el Abies Pinsapo (Boiss 1.838). En la península hay varios enclaves de Pinsapos en las laderas norte o noroeste de montañas calizas en las provincias de Málaga y Cádiz, destacando los de la umbría de la Sierra del Pinar junto a Grazalema y la umbría de la Sierra de las Nieves al sur de Ronda.
También existen otras pequeñas poblaciones de Pinsapos en el norte de África, en umbrías del Rif occidental, que algunos clasifican como otra especie diferente, a la que llaman Abies marocana[2] . Otros botánicos, clasifican los Pinsapos de los dos lados del estrecho como miembros de la misma especie. De momento ya tenemos un asunto delicado, ¿Cuánta ha de ser la diferencia morfológica para nombrar una nueva especie?. ¿Puede ser éste un criterio serio y objetivo?. Volveremos sobre este detalle, ahora estamos introduciendo el tema, no resolviendo las cuestiones, nos falta perspectiva.


Imagen de www.laserraníanatural.com
Si observamos con detenimiento el mapa, vemos que en Europa hay 9 especies de Abetos, una de ellas es el Pinsapo. Me llama especialmente la atención, que en ningún sitio conviven dos especies de abeto, son poblaciones separadas, y cada población se ha clasificado como una especie distinta. Esto nos lleva a plantear una cuestión que es la que nos interesa resolver, ¿por qué se habla de hibridación de los abetos, en ver de hablar de cruces?.
Dejando a un lado los híbridos artificiales[3], nos referimos a los híbridos naturales forestales, estamos con los abetos, pero podríamos hablar de los Quercus (encinas). Cuando se trata de razas o variedades de una especie se dice cruzar (como se hace con los perros cuando cruzas un bóxer con un dálmata). Cuando se trata de especies, normalmente, no se hibridan, y si lo hacen, los híbridos son estériles o revierten a una de las dos especies originarias.
Cuando lo que tenemos son dos especies diferentes, ambas pueden vivir entremezcladas en una misma zona y cada una mantiene las características propias de su especie. ¿Por qué no hay abetos de dos especies distintas viviendo juntos en Europa?.
Yo soy consciente de que los evolucionistas piensan que el aislamiento geográfico al que están sometidas están poblaciones de abetos, están convirtiéndolos en especies distintas, y que si pasan suficiente tiempo separadas, después, aunque se junten, ya no serán inter-fecundas, y que si ahora, algunas de ellas, se hibridan, es porque todavía no llevan suficiente tiempo separadas. Esto suena bien, pero hay que ver si podemos aportar argumentos a favor o en contra de esta argumentación.

[1] Algunos autores dicen que hay unas especies de abeto de primera categoría, y otras de segunda, esto es, que son subespecies de las anteriores.
[2] Por ejemplo: Trabut in Bull. Soc. Bot. France nº 53 (1.906)
[3] Los híbridos artificiales, especialmente hortalizas y flores ornamentales, tienen la peculiaridad de que o bien son estériles, o retornan a las especies originarias. Han de hibridarse artificialmente en cada nueva generación.
Semogil 30 de Noviembre del 2.009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿Tienen alma los cultivos de tejidos humanos?

Imagen de www.infermeravirtual.com
Las continuas innovaciones en el campo de los cultivos de tejidos humanos requieren nuevas reformulaciones tanto en el campo de las propias técnicas de cultivo en sí, como en el ámbito de la bioética e incluso en el de la metafísica.
Voy a centrarme en estas últimas, que han sido objeto de algunas discusiones en las que afortunadamente he podido participar en este último año. En concreto, las preguntas más significativas que nos planteábamos eran las siguientes:
· Si el alma de un hombre es una e indivisible, es la que anima, la que mantiene al cuerpo con vida, entonces un tejido humano separado del resto del organismo, ¿tiene alma?.
· Si aceptamos que un fragmento separado tiene alma, puesto que es evidente que el organismo humano del que se ha separado ese fragmento, sigue vivo, ha de aceptarse que el alma es divisible.
· Si por el contrario consideramos que el fragmento separado no tiene alma, sería en cierto modo un cadáver, estaría muerto, sin vida.
· Pero si ese tejido humano no tiene vida, ¿cómo puede suceder que colocado en un medio adecuado –en cultivo-, sus células se reproduzcan y crezca?.
· Si ese tejido cultivado no tiene vida, ¿cómo puede injertarse de nuevo en el cuerpo del que se había tomado el tejido y ser aceptado?.
· ¿Puede existir la vida de tejidos humanos sin alma?. En tal caso, ¿qué es la vida?.
Voy a intentar acercarme a una respuesta a estas cuestiones.
Es evidente que el hombre no tiene capacidad regenerativa, entendiendo por tal la facultad que tienen muchos árboles y algunos animales como la estrella de mar, de regenerar un organismo completo a partir de cada uno de los fragmentos en los que se ha dividido.
Es evidente que cualquier parte separada de un ser humano –independientemente de que sea un fragmento de tejido, un órgano o un miembro- abandonada a su suerte, comienza un proceso de corrupción.
Este proceso de corrupción, puede ser retenido en determinadas condiciones, de las cuales, la más conocida es el frio.[1]
Este proceso de corrupción es progresivo y pasa por varios estados: “Pues separada el alma, el cuerpo del animal no se descompone inmediatamente en los elementos, sino que esto se produce a través de muchas corrupciones intermedias, al reemplazarla en la materia muchas formas imperfectas, como es la forma del cuerpo muerto, y luego putrefacto, y así en adelante”[2]
Cualquier fragmento de tejido humano separado no tiene alma de ningún modo, pues:
· No tiene un alma intelectiva humana, puesto que no tiene potencias intelectivas.[3]
· No tiene un alma sensitiva, puesto que no tiene órganos adecuados para sentir, ni se dan en él la facultad apetitiva, ni la locomotriz.[4]
· Y no tiene un alma vegetativa, puesto que no es capaz de nutrirse, crecer o reproducirse.[5]
Así pues un fragmento de tejido humano –y lo mismo puede decirse de un órgano o de un miembro separado- no tiene alma, y por lo tanto no tiene vida puesto que: “Un ser vivo no puede existir sin alma”. [6]
La mayoría de las personas saben que en el caso de amputación -de por ejemplo un dedo-, lo más conveniente es mantener el dedo amputado frio, rodeado de cubitos de hielo y acudir rápidamente al hospital. Del mismo modo cuando se toma un fragmento de tejido humano para hacer un cultivo, o un órgano para un trasplante, no se deja encima de la mesa hasta el día siguiente, hay un variable, pero siempre breve espacio de tiempo antes de que el proceso de corrupción se desencadene irreversiblemente.
Y es en ese breve espacio de tiempo en el que interviene el hombre, y artificialmente, imitando toscamente a la naturaleza, toma ese fragmento de tejido humano sin alma, que ya no es un ser vivo, y lo reanima, ejerciendo él, el científico, muy rudimentariamente, algunas de las más elementales de las funciones que el organismo humano ejerce naturalmente sobre ese fragmento de tejido cuando forma parte de ese compuesto de alma intelectiva-cuerpo que somos cada uno de nosotros.
Lo más usual es colocar ese tejido humano a una temperatura adecuada, unos 37 grados centígrados, con una mezcla de gases apropiada: un 5% de CO2 y un 95% de O2 ; y bañado con una solución nutritiva en la que se regula el ph, la concentración de glucosa, y a la que se añade lo que se denominan “factores de crecimiento” que son derivados sanguíneos principalmente suero obtenido a partir de sangre humana o de la de bóvidos no nacidos.
El principal problema de la utilización terapéutica de estos tejidos humanos cultivados es que en el cultivo, las células se reproducen, pero en ningún caso forman órganos ni estructuras fisiológicas, sino una masa amorfa de células.
Sin olvidar la diferencia entre la forma sustancial (esencial e inmaterial) y la morfología (accidental y material), entendemos que “Propio del alma es ser forma de algún cuerpo”[7]. Por ello, el cultivo de tejidos humanos no puede formar un cuerpo ni en sus más elementales estructuras, puesto que no hay un alma que sea su forma.
Durante algún tiempo, el avance de la ciencia y de la técnica ha llevado incluso a algunos filósofos a creer que el ADN es el que da la forma al cuerpo de los seres vivos. Ahora afortunadamente hay dos pruebas insoslayables de que esa conclusión, no es acertada. La primera es que esas células de los tejidos en cultivo una vez reanimadas, tienen al completo todo su ADN nuclear, su ADN mitocondrial, sus cadenas de ARNm citoplasmático, etc. y no son capaces de construir ninguna forma. Y la segunda es que conforme se van secuenciando más genomas de distintos organismos, mamíferos, reptiles, anfibios, etc.; se va comprobando la extrema similitud en la ordenación de los genes de animales de muy distintos grupos, luego si organismos con cuerpos tan distintos tienen un genoma tan parecido, es que esos genes pueden “fabricar” proteínas, no formas de organismos.
Imagen de http://lacienciaamena.blogspot.com
Recientemente he tenido noticia de que la doctora Doris A. Taylor y su equipo de la universidad de Minnesota, ha conseguido crear un corazón artificial de rata.[8] Resumidamente el procedimiento que ha seguido, es el siguiente:
1. Trató un corazón de rata con unos detergentes especiales que disolvieron suavemente todas las células cardiacas.
2. Conservó la matriz extracelular cardiaca, una red espacial principalmente de colágeno.
3. Introdujo entre esa matriz, células cardiacas de rata obtenidas de ratas neonatales, o en otros casos con células del endotelio de la aorta de otra rata.
4. Cultivó esa estructura con las nuevas células durante 28 días.
5. Al cuarto día, la estructura empezó a contraerse (no sabemos si con algún impulso eléctrico).
6. Al octavo día era capaz de bombear líquido.
Usó la estructura orgánica del corazón de la rata, y sustituyó las células viejas por otras nuevas. Y no será difícil que pronto consigan hacer artificialmente esa estructura de colágeno con la forma de un órgano y se pueda dirigir el cultivo de tejidos hasta la consecución de órganos de repuesto.
De las funciones propias de los organismos que tienen un alma vegetativa, con el cultivo de tejidos, ya se había conseguido artificialmente -a partir de tejidos en la fase entre la separación y la primera forma imperfecta de corrupción, la de cadáver- reanimarlos y conseguir la nutrición, el crecimiento y la reproducción celular. Ahora parece que la función que restaba, la de darse a sí mismo la forma, que no se consigue con los cultivos de tejidos, se va a aportar artificialmente.
Es evidente que un cultivo de tejidos no es un ser vivo, puesto que no es sujeto: “no tiene en sí mismo la potencia y principio, en cuya virtud crece…”[9] sino que es objeto que padece la acción de un sujeto agente que es el investigador. La prueba de esto es lo que sucede cuando el investigador olvida renovar la solución nutritiva, o se interrumpe el fluido eléctrico y se apaga la estufa.
El cuerpo del que proviene el tejido, si se le injerta el tejido cultivado, lo vuelve a aceptar, no lo rechaza, porque lo reconoce como propio, puesto que es un fragmento de él mismo, que no ha llegado a experimentar la corrupción. Imagen de www.texasheartinstitute.org
Es evidente que un ser vivo es un compuesto de alma y cuerpo. Y en este caso que estamos considerando, del cultivo en laboratorio de tejidos humanos, lo correcto es decir que es mantenido con vida, no que está vivo, porque el compuesto, de alguna manera, está formado por un cuerpo que es el tejido cultivado, y el alma del investigador que usando su entendimiento, su voluntad y su libertad, mantiene las funciones vitales de ese tejido evitando su corrupción, de modo que se cumple que: “en el alma humana hay algo por lo que ella puede hacerse todas las cosas y algo por lo que puede hacerlas todas”[10]

[1] Se conocen varios casos, como el famoso hallazgo en 1.991 en el valle de Oetz, en un glacial de los Alpes tiroleses, del cadáver sin corromper de un hombre de la edad de piedra que se estima, llevaba muerto unos 5.300 años. Más información en la universidad de Innsbriuck.
[2] - Aristóteles: “Sobre la generación y la corrupción” 318a35.
- Sto. Tomás de Aquino: “Comentario al libro de Aristóteles sobre la generación y la corrupción” lecc.8 – 60-3. Eunsa 2.005.
[3] - Sto. Tomás de Aquino: Suma de Teología I - c79 a1. BAC 2.001.
[4] - Aristóteles: “Acerca del alma” libro II. Cap. 3 - 414a30. Gredos 2.008.
- Sto. Tomás de Aquino: Suma de Teología I - c78 a1. BAC 2.001.
[5] - Aristóteles: “Acerca del alma” libro II. Cap. 4 - 415a25. Gredos 2.008.
- Sto. Tomás de Aquino: Suma de Teología I - c78 a2. BAC 2.001.
[6] - Aristóteles: “Partes de los animales” libro I - 641a20. Gredos 2.000.
[7] - Sto. Tomás de Aquino: Suma de Teología I - c75 a5. BAC 2.001.
[8] - HC. OTT, Nature medicine 14; 213-221 – 2.008.
[9] - Aristóteles: “Acerca del alma” libro II. Cap. 2 - 413a20. Gredos 2.008.
[10] - Aristóteles: “Acerca del alma” libro III. Cap. 4 – 430a10. Gredos 2.008.
- Sto. Tomás de Aquino: Suma de Teología I - c79 a3. BAC 2.001.
Semogil 6 de Mayo del 2.009

lunes, 23 de noviembre de 2009

El mito de la evolución humana - II


Imagen de una reconstrucción hipotética del hombre de Pekín: http://neanderthalis.blogspot.com
Comentamos en la anterior entrada, que diríamos ahora algo del hallazgo del famoso “Hombre de Pekín”. Vamos a resumir los muchos relatos que sobre este hallazgo hay:
En este caso, curiosamente, como en el del “hombre de Piltdown”, también aparece el jesuita francés Teilhard de Chardin que cooperaba con el servicio geológico de China, y estaba en estrecho contacto con el Dr. Anderson. Los dos eran fervientes partidarios de la evolución, con el único hayazgo del hombre de Java.
En 1.921, el Dr. Anderson, de la Geological Survey of China, encontró en las cavernas de Zhoukoudian, en una vieja cantera de piedra, un fragmento enorme y rectángular de cuarzo. Sabiendo que no existían rocas con cuarzo en todo el distrito, pensó que aquella piedra había sido traída hasta allí por los hombres. Después de encontrar dos muelas, la Rockefeller Foundation (masones y por supuesto evolucionistas), le otorgó una subvención de 20.000 dólares anuales para excavar el yacimiento. En 1.926, después de encontrar una tercera muela, el Dr. Black, canadiense y jefe del proyecto, clasificó los restos como Sinanthropus pekinensis. En Diciembre de ese año publicó su fundamentado trabajo en Nature y en Science y la prensa mundial, rápidamente, se hizo eco del descubrimiento. ¡Con sólo tres muelas!, ¡los hay sabios en verdad!.
Dibujo ciencia-ficcion de los hombres de Pekín en su cueva, tomado de: http://donsmaps-com
La excavación mostró que habían existido dos cuevas, y que en la superior había sido construido un horno, (usado posiblemente para hacer cal), perfectamente montado con grandes piezas de cuarzo que estaban cubiertas de hollín por un lado; en algún momento, el suelo de la cueva superior se desmoronó, dejando caer en la cueva inferior, aparte de rocas, la no despreciable cantidad de 18.000 m3 de cenizas,.(no se si se hacen una idea de lo que estamos hablando, esa es la ceniza que podrían transportar 750 “tráiler-bañera”, tuvieron que estar haciendo cal decenas de miles de años en la misma cueva). De entre las cenizas, se sacaron restos de unos catorce cráneos con otros huesos de ciervo, etc. Todos los fragmentos de cráneos, tenían aspecto completamente simiesco, y todos ellos tenían la base del cráneo aplastada y la región del foramen occipital rota para extraerles el cerebro y comerlo.
Aparecieron también bastantes piezas de cuarzo muy bien cortadas para que encajasen, (formarían las paredes del horno, ¿saben de alguien que tenga o haya tenido un horno construido con bloques rectangulares de cuarzo?), y también huesos cortados y trabajados. Pues con todo esto ya tenemos un hombre-mono que aunque tenía aspecto totalmente simiesco, construía hornos, tallaba cuarzo y huesos, y conocía el fuego, sabía hacer cal, y la usaba… ¡Magnífico!, el Homo erectus, encontrado por Dubois, había prosperado.

En 1.934, se hallaron en otra parte de la cueva, lejos de la ceniza, cinco cráneos perfectamente humanos. El sucesor del Dr. Black al mando de la excavación, el Dr. Weidenreich, ocultó estos cráneos hasta el año 1.942. En 1.937 el antropólogo francés Marcellin Boule fue al yacimiento, y aunque no le dijeron nada de los cinco cráneos humanos, en su informe dijo que el horno y la cantera eran obra de hombres, y que esos hombres se habían comido unos monos, cuyos restos eran los primeros restos encontrados. Para los chinos, los sesos de mono son una golosina exquisita y preciada aún hoy.
Estalló la segunda guerra mundial y de los fósiles de la cantera de Chou-Kou-tien, que así se llama el lugar, no se ha vuelto a saber nada. Alguién, corrió la noticia de que los habían robado los japoneses, pero en 1.972 el Dr. Christopher Janus descubrió que el gobierno Chino conserva un recibo y está convencido de que los huesos están en EE.UU.; parece que nadie está interesado en que puedan ser estudiados y se descubra lo que realmente son.
A pesar de todo esto, hasta en los libros serios, siguen poniendo los dibujos del Dr. Weidenreich reconstruyendo el “hombre de Java” y el “hombre de Pekín”.
Y no digamos nada del gobierno comunista chino, que ha hecho una escultura de dos metros de altura del cráneo del hombre de Pekín, no se encontró la cara, pero ellos se la han puesto a su gusto.
Así va la cosa, intenten buscar bibliografía sobre el tema y podrán comprobar que nadie dice nada de los cinco cráneos humanos, ni del informe del profesor francés, ni del paradero de los cráneos. ¿Por qué será?.

Escultura del "hombre de Pekín" en la puerta del museo chino de la evolución humana: www. absolut.china.com
Sobre el “hombre de Pekín” puede verse:
- Sanvicens, A. “La verdad sobre la evolución” p. 338 – 341.
- Artigas, Mariano – “Las fronteras del evolucionismo” Edit. M. C. p. 55 – 1.985.
-Stringer, C. y Andrews, “La evolución humana” p. 138.
-Borruso Silvano, “Evolucionismo en apuros” 88 -91
Semogil 23 de Noviembrer del 2.009

domingo, 22 de noviembre de 2009

Así empezó el mito de la evolución humana

Participantes en el asunto del "hombre de Piltdown" - imagen de www.planetacurioso.com

En 1.859, Darwin publicó su conocido libro “El origen de las especies”, en el que retomó las ideas de su abuelo y las de otros que antes de él ya habían postulado el transformismo. Publicó su libro rápidamente, cuando leyó el manuscrito de A.R. Wallace y vio que decía lo mismo que él, y que lo iba a publicar enseguida. [1]
Apenas cinco años después, Ernst Haeckel, publicó su libro: “General morfología” donde planteaba entre otras cosas, la similitud del desarrollo embrionario entre especies muy distintas, su famosa ley biogenética fundamental, con sus menos famosos dibujos amañados, que ya veremos con detalle en otra entrada.
En 1.871, Darwin animado al verse respaldado por Haeckel, publicó su “Origen del hombre”, en el que ya planteó la procedencia humana a partir de un primate. [2]
Enseguida, en 1.874, Haeckel, en sólo tres años ya había resuelto el problema de la evolución humana, y publicó su “Antropogenia o historia de la evolución humana”, en la que fijó 22 especies desde un mono hasta un hombre, las describió y las nombró, toda una hazaña “científica” sin moverse de su despacho. [3] A él le cabe el dudoso honor de haber nombrado al eslabón perdido, al hombre-mono, al Pithecanthropi como él lo llamó, además de algunos nombres ingeniosos en el camino evolutivo como homo stupidus.
Uno de los discípulos de Haeckel, ferviente darwinista, decidió emprender la búsqueda de ese hombre-mono,. El doctor Eugène Dubois, médico holandés, miró la bola del mundo y supo dónde encontrarlo, se enroló en el ejército y se fue a la isla de Java, entonces bajo control de Holanda. Allí, organizó campañas de excavaciones; sus obreros eran los presos; y en las terrazas del río Solo, cerca de Trinil, encontró en Septiembre de 1.891 un diente. En Noviembre de ese mismo año, encontró, a dos metros de donde había estado el diente, un casquete[4] de cráneo muy erosionado. En Septiembre del año siguiente, a unos quince metros del lugar anterior, encontró dos fémures en muy buen estado, y cerca otro diente. Con todo eso, volvió a Europa y comunicó que había encontrado al Pithecanthropus erectus, el eslabón perdido; el cráneo era claramente simiesco, y los fémures eran claramente humanos, luego había encontrado el “hombre mono”. Este es el primer honmo erectus. Dató sus fósiles en el Plioceno.
Huesos presentados como pertenecientes al "hombre de Java"- imagen de http://3.bp.blogspot.com/

Pronto, le advirtieron que la isla de Java emergió del mar en el Plioceno, y tuvo que rectificar, y como muchos no le creyeron, guardó los fósiles en su casa y se negó a hacer declaraciones. Hubo dos expediciones que intentaron confirmar sus hallazgos, una la de Mme. Selenka en 1.925, y otra la de Von Könisgswald en 1.930. A la vuelta, y en vista de lo que habían encontrado, o mejor dicho de lo que no habían encontrado, los dos se entrevistaron con Dubois, que a regañadientes, les enseñó una gran cantidad de fósiles que tenía ocultos bajo el entarimado de su habitación, entre ellos había dos cráneos humanos que admitió haber encontrado junto a los dos fémures. [5]
Así que el famoso Hombre de Java, el primer Homo erectus, era un casquete de cráneo de orangután y dos fémures humanos. Todo lo que hemos contado de la mano de Silvano Borruso, parece no tener ninguna importancia para los evolucionistas, puesto que se sigue enseñando en nuestras escuelas e institutos el famoso hallazgo del Hombre de Java.

A todo esto, los ingleses que no iban a ser menos, encontraron en una cantera en Piltdown una calota[6] craneal, claramente humana y una mandíbula claramente simiesca, junto a algunas herramientas de piedra. Se le llamó Eoanthropus dawsoni, y convenientemente colocados, mandíbula y calota, se entronizaron en lugar de honor en el Museo Británico. Y allí estuvieron cuarenta años como la mejor pieza del museo, hasta que en 1.950 el geólogo del Museo Británico Kenneth Oakley, comenzó a sospechar; sometió los fósiles a un recientemente descubierto método de análisis del contenido en fluorina, y vio que no coincidían los resultados de la calota con los de la mandíbula; se estudió el asunto con seriedad y se pudo comprobar que: se había teñido uno de ellos para que tomase la tonalidad del otro; se habían rebajado con una lima los dientes de una mandíbula de orangután para que pareciesen un poco más humanos; se había roto “recientemente” el cóndilo[7] de la mandíbula, para evitar que pudiera comprobarse que no articulaba con la calota; y las herramientas de silex, eran de Túnez. [8] En esta “estafa – broma”, estuvo implicado el famoso jesuita-evolucionista francés, Teilhard de Chardin, que casualmente en la época del hallazgo, había llegado a Inglaterra procedente de Túnez.
Cráneo del hombre de Piltdown"- Imagen de www.matarhumanos.com

Después del Hombre de Piltdown, vino el no menos rocambolesco hallazgo del Hombre de Pekín, en la que también estuvo involucrado Teilhard de Chardin, pero eso lo contaremos en otra entrada.

Con lo que hemos contado hasta ahora, ya nos podemos hacer una idea de cómo fueron los comienzos de la Paleoantropología, aunque con el paso del tiempo hemos mejorado mucho en seriedad, rigor y comprobaciones, justo es decirlo ahora.
Hemos dejado a un lado el hallazgo en 1.856 del primer Neandertal, precisamente porque fue encontrado antes de Darwin y de Haeckel, y porque los científicos admitieron que habían encontrado el esqueleto de un hombre antiguo, no sintieronm necesidad de inventar nada.
Hemos citado esos casos, porque ilustran muy bien, hasta donde pueden llegar las cosas, cuando se investiga con prejuicios: si vas a buscar un hombre-mono, es mucho más fácil que te convenzas a ti mismo de que lo has encontrado, que si vas al yacimiento simplemente a ver qué es lo que encuentras, sin una idea pre-aceptada, y entendemos que esto es muy difícil, pero el Paleoantropólogo tiene que hacerse violencia a él mismo para intentar conservar la objetividad.

Y que nadie se vaya a quedar muy tranquilo, pensando que eso de tener ya decidido, qué es lo que ha pasado antes de encontrar las pruebas, era algo que pasó en el siglo XIX, lean ustedes:

“Lo que se necesita son formas de algún modo intermedias, “eslabones perdidos” en la retórica tradicional, o dicho aún más crudamente: hombres-mono”. [9] Y estas palabras, no son de Haeckel, ni de Darwin ni de Dubois, ni son del siglo XIX, son del más conocido codirector de Atapuerca, y están escritas en 1.999.
No sabemos bien quién necesita los hombres-mono, si la humanidad, la ciencia, la biología, los paleoantropólogos, los evolucionistas o quién; yo por ejemplo, no los necesito para nada, ¿y usted?.
La sinceridad del autor, lo honra, porque está diciendo claramente que en ciento cincuenta años de empeño, no han conseguido encontrarlos.
[1] Alonso, Carlos Javier – “El evolucionismo y otros mitos” – Eunsa – 2.004 – p. 34 – 37.
[2] Darwin, C. “El origen del hombre” Edit. Edaf – 1.994 – p. 17 – 34.
[3] Di Trocchio, Federico – “Las mentiras de la ciencia” Alianza Editorial. – 1.998 – p. 333 – 337.
[4] Parte superior del cráneo.
[5] Borruso, S. “Evolucionismo en apuros” p. 186 – 188.
[6] Parte delantera del cráneo, lo que serían los huesos de la cara y la frente.
[7] El cóndilo es el extremo de la mandíbula que se articula con la base del cráneo.
[8] Hay un muy elaborado estudio de este asunto en Di Trocchio, F. Op. cit. p. 345 – 391. De él hemos resumido nuestra información.
[9] Arsuaga, J. L. “El collar del Neanderthal – En busca de los primeros pensadores” – Edit. Temas de Hoy – 1.999 – p. 46.
Semogil 22de Noviembre del 2.009

viernes, 20 de noviembre de 2009

Cine sobre la evolución - II - MAN TO MAN

Imagen de www.elseptimoarte.net



TÍTULO: “MAN TO MAN
Director: Regis Wargner
Producida por. Vértigo productions et alt.
Paises: Francia, Inglaterra y Sudáfrica
Interpretada por. Joseph Fiennes, Kristin Scott Thomas, Iain Glen y Hugh Bonneville
Guión de Michel Fessler, Frederic Fougea y Regis Wargnier
Fotografía: Laurent Dailland
Duración. 118 minutos
Año 2.005


ARGUMENTO:

La película está ambientada en 1.870, apenas diez años después de que Darwin publicase sus libros sobre el origen de las especies y sobre el origen del hombre. Refleja magníficamente el revuelo y el nerviosismo de la “clase” científica por aportar nuevas pruebas a favor de las teorías evolutivas, y alcanzar con ello un renombre internacional.
Un equipo de tres científicos, se propone mostrar al mundo que los pigmeos centroafricanos son el eslabón evolutivo entre el mono y el hombre, y para hacerlo, uno de ellos viaja con una aventurera -que se dedica a atrapar fieras salvajes para los zoos de Europa- al centro de áfrica, juntos, atrapan vivos a un pigmeo “macho” y a otro “hembra”, y los traen de vuelta a Escocia para estudiarlos…

COMENTARIO:
Man to man, que podría traducirse como “El hombre contra el hombre”, responde muy bien a su título, es interesante por dos motivos, el primero por lo que toca al mismo método científico para la clasificación de los seres humanos, puede parecer que los métodos y la manera de extraer conclusiones que se observan en la película, son anticuados, pero es esencialmente idéntico al que siguen en la actualidad los paleoantropólogos, por lo menos en lo esencial, parten de aceptar de antemano como cierta una hipótesis, a saber: “el hombre desciende del mono por evolución”, y en vez de intentar comprobar si los hallazgos confirman o desmienten la hipótesis, adaptan la interpretación que hacen de los restos encontrados, a ese paradigma evolutivo que ya han dado por cierto de antemano, sin ninguna prueba objetiva y concluyente, y así nos va.
Imagen de www.pochoclos.com
El segundo motivo que hace interesante esta película, es en lo que respecta a la diferencia entre la forma y la morfología. La tensión de la trama va consiguiendo paulatinamente que cuatro de los personajes, capten que esos pigmeos a pesar de las evidentes diferencias morfológicas, son esencialmente como nosotros, son seres humanos. Es muy interesante los cuatro distintos motivos que llevan a cada uno de ellos a darse cuenta de que los supuestos “hombre-mono”, son seres humanos, unos detalles importantes, ahora que están intentando borrar todas las distancias para hacernos creer que somos animales.

Hay otras muchas cosas interesantes en esta película, que está muy bien ambientada, por citar alguna de ellas, en uno de los experimentos que hacen con los pigmeos, les hacen un molde del cráneo, para medir el volumen de su cerebro, y la pigmea, al ver su cara en el yeso, enloquece. La aventurera, al verla, dice: “piensa que le han robado ustedes el alma”. Suena a superstición y a primitivo, pero ojo, sin leer a Aristóteles ni a Santo Tomás, esa idea arcaica, certifica que el alma es la “forma sustancial” del hombre.
Imagen de www.alcine.es
Afortunadamente los que han hecho la película no han visto necesario meterse con la Iglesia, sólo un leve comentario del “malo” que al sentirse seguro de que el primer hombre fue pigmeo y por lo tanto negro, afirma: “tendrán que pintar de nuevo la Capilla Sixtina”.

En fin, una película agradable de ver, a la que se puede sacar mucho jugo. Y tiene otra cosa que debe animar a verla, y es que todos los críticos “progres” y evolucionistas, la detestan, ¿por qué será?

Semogil 20 de Noviembre del 2.009

martes, 17 de noviembre de 2009

¿Son iguales todas las notas esenciales?

Imagen de www.kalipedia.com

Vamos a llamar notas a cada una de las características que podemos nombrar de la esencia de algo, podríamos usar otra palabra, pero notas sugiere algo así como las notas musicales que juntas hacen la melodía, como las pinceladas de un cuadro.
En la última entrada escribí que la esencia de un ejemplar de pirita, podían ser: ser sulfuro de hierro, cristalizado en dodecaedros, con gran dureza, brillo metálico y color dorado.
¿Son las únicas que podíamos citar?. Evidentemente no, podíamos haber citado su densidad, su temperatura de fusión, sus condiciones de formación etc.
¿Son todas esas notas iguales?. Vamos a ceñirnos a las que citamos en la entrada anterior.
Cuando nosotros observamos la realidad, normalmente procedemos de fuera hacia dentro, a no ser que ya tengamos memorizada la esencia de un dodecaedro de pirita, en ese caso, lo vemos y ya sabemos lo que es. Pero si es la primera vez, o la muestra no es de suficiente calidad, procedemos de fuera hacia dentro, primero comprobamos su dureza, su brillo y su color, y si es necesario, realizamos otras comprobaciones, y al final decimos: Es un cristal de pirita.
Pero la cuestión es ¿Son iguales todas las notas de la pirita?. Para saber esto, hay que recurrir a ver si alguna de esas notas es causada por otra nota. Por ejemplo, ¿la pirita tiene brillo metálico por estar cristalizada en dodecaedros?, o ¿está cristalizada en dodecaedros por tener brillo metálico?. Es evidente que tiene brillo metálico por estar bien cristalizada y no al revés, luego de las notas esenciales que habíamos nombrado, hay una que es causa de otra, por lo que podemos llamar a la nota “brillo metálico” nota “causada”, en el sentido de que tiene su causa, su razón de ser en otra nota esencial. De este modo, podemos decir que las tres últimas notas del ejemplo citado, son notas causadas. Pero no nos paramos ahí.
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¿Está cristalizada en dodecaedros por ser sulfuro de hierro? O ¿es sulfuro de hierro por estar cristalizada en dodecaedros?. Es evidente que lo real es lo primero, por lo que la forma de los cristales es una nota causada.
Por lo que ya sólo nos queda que ver una nota esencial: la pirita es un mineral de sulfuro de hierro, ¿cuál es su causa?, ¿por qué el azufre se une al hierro formando esos bellos cristales?. La causa está en la propia estructura atómica del azufre y del hierro, en las leyes de la física y la química, no podemos ir más allá, porque preguntarse ¿por qué la materia se ha ordenado de esa manera, formando ese tipo de átomos, con esas propiedades? Es preguntarse por el Creador.
Y si alguien piensa al leer esto en el Big-Bang, ya que ha decidido “creer” en esa hipótesis, debe ser consciente de que no resuelve la pregunta por la causa última, porque no responde a ¿de dónde ha salido toda la materia del universo, si estaba junta en ese punto antes de la explosión?.
Por lo que podemos decir, que la única nota esencial de las que hemos citado en nuestro ejemplo de la pirita, que no es causada, es la de ser moléculas de sulfuro de hierro bien ordenadas. Y esto es lo más esencial de la pirita.
Esa es la esencia en sentido estricto, de ese ejemplar de pirita, lo que realmente es, ser moléculas de sulfuro de hierro bien ordenadas.
Semogil 17 de Noviembre del 2.009

lunes, 16 de noviembre de 2009

La Esencia individual y la Esencia específica

Imagen tomada de http://verboeterno.files.wordpress.com

Vamos a empezar por separar las cosas, de los seres vivos.
Las cosas, independientemente de que sean naturales o artificiales, no deben agruparse en especies, debe usarse otra palabra más apropiada como grupo, clase, tipo etc.[1]
Tomaremos el ejemplo de la pirita, un mineral conocido, su esencia, ¿qué es?, ¿qué es realmente un cristal de pirita?. Podemos decir que es un mineral formado por moléculas de sulfuro de hierro, por lo tanto, es un mineral que contiene átomos de azufre y de hierro, pero hay otros minerales que también tienen átomos de azufre y de hierro y no son pirita, por lo tanto, no podemos poner esto en la definición, ni en la esencia de la pirita. Pero como las moléculas de sulfuro de hierro se unen, por su propia estructura molecular, de tal forma, que construyen cristales del sistema cúbico [2], y los cristales de pirita tienen brillo metálico, son duros y de un color dorado, podemos decir que al ser esta la definición, que eso es lo que nuestro entendimiento puede, de momento, captar de lo que es la esencia de ese tipo de mineral que llamamos pirita, que realmente es: Un mineral formado por moléculas de sulfuro de hierro que cristalizan en el sistema cúbico, con dureza elevada, brillo metálico y color dorado. Imagen tomada de www.mineral-s.com
Sin embargo, existen ejemplares de pirita con forma cúbica (cubos geométricos), y para ese ejemplar, su esencia individual sería: un mineral formado por moléculas de sulfuro de hierro que han cristalizado (se agrupan) en cubos, con dureza elevada, brillo metálico y color dorado. Y también existen ejemplares de pirita con forma de dodecaedros, en este caso su esencia individual sería: un mineral formado por moléculas de sulfuro de hierro que han cristalizado en dodecaedros (llamados también piritoedros), con dureza elevada, brillo metálico y color dorado.
Imagen tomada de www.detoras.es
Pienso que con este ejemplo queda claro en lo que respecta a las cosas, la diferencia entre la esencia individual y la esencia de “tipo” o “clase”. Se trata de que la esencia es lo que entra en la definición[3]. Matizando que lo que entra en la definición es lo que nuestro entendimiento puede captar de la esencia de las cosas.
En lo que respecta a los seres vivos, la esencia específica se distingue mucho más fácilmente de la esencia específica, porque la variabilidad dentro de una especie es enorme. Tomaremos como ejemplo al hombre.
Pedro Pérez, por ejemplo, es un hombre de raza negra, ¿qué es ese hombre realmente?, si seguimos a Aristóteles, diríamos que lo que entra en su definición, podríamos decir que es un vertebrado, mamífero, con simetría bilateral, con cinco sentidos, piel negra, etc. Podríamos decir de él muchas cosas, realmente infinitas cosas, que tiene tres hermanos, que se crió en la sabana, que está casado, etc. Esto es muy complicado y poco práctico, Aristóteles lo resolvió diciendo que de todo lo que se puede decir de Pedro Pérez, hay algo que es esencial y muchas cosas que son accidentales y que no entran en su esencia, podrían ser de otra manera y eso no afectaría a lo que Pedro Pérez es esencialmente; así que Pedro Pérez es un animal racional (dotado de un alma racional). Pero esto no identifica a Pedro Pérez, esa sería la esencia específica, porque se puede aplicar a todos los hombres. Sería necesario buscar más aspectos esenciales que nos permitieran distinguir la realidad que es ese señor. Podríamos añadir que es varón, de raza negra, nacido en Kenia, con una cicatriz con forma de S en la mejilla izquierda y al que le falta la primera falange del dedo anular de la mano izquierda.
A lo mejor con ello, identificamos sin ninguna duda a ese señor, pero la cicatriz y la amputación, ¿son esenciales a él?. ¿Sería realmente el mismo ser si no las tuviese?. Evidentemente si, sería el mismo ser, luego esas cosas son accidentales, no esenciales- Sin embargo ser varón y de raza negra si son esenciales a él, son su realidad, porque Pedro Pérez es un varón de raza negra.
Con esto es suficiente para que se entienda lo que es la esencia individual, no voy a definir a un hombre determinando ahora, no sería capaz.
En tanto que la esencia específica humana, es lo que realmente somos todos los seres humanos, podríamos quedarnos con Aristóteles y decir que somos animales racionales, o podemos también decir que pertenecen a la especie humana, todos los descendientes de la primera pareja humana, y con ello introducimos un aspecto esencial de la esencia específica, que la distingue de la esencia de clase, y es que el ser, se trasmite por generación a partir de los progenitores (esto que es válido para todos los seres vivos, en el caso del hombre, incluye la creación por parte de Dios del alma espiritual de cada hombre). Un cristal de pirita no puede por generación producir otros cristales de pirita.

[1] Seguimos en esto a Xavier Zubiri en su libro “Sobre la esencia” Sociedad de estudios y publicaciones – 1.963 – p. 230 ss.
[2] Existe un número muy limitado de sistemas de simetría en los que cristalizan los minerales, el sistema llamado cúbico es el de mayor simetría, dentro de este sistema entran formas como el cubo, el octaedro o el dodecaedro, también conocido como piritoedro. En este caso el cristal no es traslúcido, pero en mineralogía se llama cristal por la perfección simétrica. Entendemos que la pirita puede presentarse menos frecuentemente en otras formas, pero limitamos el asunto a las dos que citamos.
[3] Aristóteles. “Metafísica” libro VII – a.X.
Semogil 16 de Noviembre del 2.009

jueves, 12 de noviembre de 2009

La Morfología y la Forma

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Voy a intentar esclarecer un poco el asunto de la forma y la morfología. Es un asunto muy sencillo, pero que se ve enturbiado, porque en la vida cotidiana, generalmente usamos la palabra forma para referirnos a la morfología.
La forma en los objetos:
Cuando un artesano intenta hacer un objeto esférico, ya tiene en su mente la “forma” esférica, trabaja el material y lo va retocando hasta que consigue darle esa “forma” esférica. De modo que conseguirá una esfera por ejemplo de madera. Esa esfera de madera es un compuesto de la “forma” esférica y de la madera. Nosotros, ante esa esfera, podemos captar por los sentidos (la vista y el tacto) todos los detalles de su morfología, es indiferente el material del que esté hecha, es indiferente su tamaño, es indiferente su dureza, su peso o cualquier otra propiedad, es una esfera.
El artesano no inventa la forma esférica, esa forma existe en la naturaleza y el artesano como los demás seres humanos, la capta con su entendimiento y la hace suya.
La forma en los seres vivos:
Vamos a poner como ejemplo al ser humano porque es el ser vivo que más nos interesa, mucho más que las ballenas o los linces.
Los seres vivos de cada especie han recibido la “forma” de sus progenitores. La filosofía clásica y la tradición cristiana denomina “forma sustancial” al alma humana. Una cosa es esa forma humana que todos poseemos y otra cosa muy distinta es la morfología de cada raza[1], etnia e incluso de cada individuo. La morfología es la descripción detallada de lo que nuestros sentidos perciben de cada individuo: color de ojos, de piel, bigote, pelo rizado, liso, pecas, etc.
Sabemos que dentro de la especie humana, hay principalmente tres razas: amarilla, negra y blanca, o si se prefiere asiáticos, africanos e indoeuropeos. Y dentro de ellas hay multitud de variantes, pero cualquiera de nosotros ante un individuo de cualquiera de ellas, sabe sin duda ninguna que ese ser, es un ser humano, porque por encima de todos los detalles morfológicos, ese ser tiene la “forma humana”.
La forma es algo inmaterial, ninguno la podemos inventar, no es algo pesable, medible, o que se pueda romper en trozos. Y sin embargo es algo evidente para todos y algo que usamos diariamente sin percibirlo.
La forma está muy vinculada a la especie, los seres de la misma especie son los que tienen la misma forma, aunque no tengan la misma morfología. Pero como han olvidado esto, y confunden erróneamente la forma con la morfología, los evolucionistas plantean que la forma es mutable, que cambia con el tiempo, e incluso más: que de una forma, puede surgir otra forma distinta. Pero una cosa es plantear algo y otra muy distinta es demostrarlo, y hasta ahora, todos sus esfuerzos han fracasado, sólo han podido demostrar lo que ya todos sabíamos, que hay multitud de variedades morfológicas dentro de una especie.

[1] Escribimos con total normalidad: razas, porque es lo lógico, y porque entendemos que el racismo no es el resultado de llamar a las cosas por su nombre, sino uno de los posibles resultados cuando el hombre se aparta de Dios.
Semogil 12 de Noviembre del 2.009

domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Qué es la esencia?

Imagen tomada de www.windows.ucar.edu
El subtítulo de este blog, habla de la estabilidad de la esencia específica. Este es un asunto simple, pero no sencillo.
¿Qué es la esencia?.
Evidentemente no me refiero a aquello que llamamos esencia de romero o de lavanda, que es un aceite aromático que contienen algunas plantas. Me refiero al término metafísico “esencia”.
La esencia es lo que hace que una cosa sea lo que es, y no otra cosa.
“La reunión de la esencia y de la materia, constituye la naturaleza de los seres”[1]
La esencia es lo que da la forma a la materia, la que la informa; en los seres vivos, la esencia es el alma,[2] alma vegetativa para las plantas, alma sensitiva para los animales y alma racional para el hombre.
La naturaleza humana, no es su esencia, su alma. La naturaleza humana es el conjunto de alma racional y cuerpo. Entendiendo que el alma racional ha recibido el don de ser espiritual.
En la actualidad está muy difundida la creencia errónea de que el alma, lo que informa la materia, son los genes, esto se puede esclarecer de varios modos, algunos de ellos son:
El primero es indicando que los genes están formados por moléculas de ADN, y estas a su vez por átomos de elementos, por lo tanto son materia, y la forma es algo inmaterial, algo que no se puede “producir”, ni dividir.[3]
El segundo es indicando que los genes en sí, no servirían de nada sin el código genético y sin su exquisito y ordenado “programa” de activación y desactivación. Y el código genético es una entelequia, no es algo material, y el “programa” exactamente igual. [4]
Y el tercero indicando que conforme se avanza en el conocimiento de los genomas de los distintos seres vivos, más se comprueba por ejemplo, que los genes de los mamíferos son muy parecidos, que están organizados con el mismo orden etc… Y de genomas parecidos, salen ratones, elefantes y humanos, luego los genes son importantes, pero en absoluto “dirigen” la formación de un nuevo ser vivo.
Es la esencia de los seres, lo que hace que sean lo que son y no otra cosa, y nos permite reconocerlos. Es posible considerar, sin confundirlas, además de la esencia de cada individuo, la “esencia específica” ya que los seres vivos surgen por generación a partir de sus padres, hay algo que hace que los perros sean perros y los loros, sean loros; y ese “algo” es compartido por todos los miembros de la especie, independientemente de los distintos o parecidos que sean los individuos considerados morfológicamente, baste el caso de los perros, a los que hemos forzado a reproducirse seleccionando múltiples razas, pero todos ellos son perros.
Hay que afirmar que el ser humano por su inteligencia está capacitado para conocer la realidad de las cosas y de los seres.
Pues bien, todo esto que hasta aquí hemos simplemente esbozado, es lo que Darwin pretende destruir, pues al final de su libro “el origen de las especies”, escribió: “ Tendremos que tratar a las especies del mismo modo en que los naturalistas tratan a los géneros cuando admiten que son combinaciones meramente artificiales hechas porque así conviene. Quizá no es esta una perspectiva consoladora; pero cuanto menos nos libertaremos de ese buscar en vano la esencia, ni descubierta ni posible de descubrir, del término especie”.[5] Para él, la esencia no existe, y la especie tampoco, es un invento humano.
Continuaremos profundizando en este asunto.
[1] Aristóteles - Metafísica, libro V – c. IV.
[2] Cf. Giovanni Reale “Introducción a Aristóteles”. P.53 ss. edit. Herder – 2.007
[3] Aristóteles – Metafísica, libro VII – c. VIII.
[4] N. López Moratalla y M.J. Iraburu Elizalde “Los 15 primeros días de una vida humana” p. 38 – Edit. Eunsa.
[5] Ch. Darwin – “El origen de las especies” p. 557 - Edit. Akal - 1985
Semogil 8 de Noviembre del 2.009

jueves, 5 de noviembre de 2009

Cine sobre la evolución - I - HEREDARÁS EL VIENTO

TÍTULO: “HEREDARÁS EL VIENTO”
TÍTULO ORIGINAL: “Inherit the Wind”
PRODUCIDA por Stanley Kramer en 1.960
DIRIGIDA por Richard Brooks
INTERPRETES PRINCIPALES: Spencer Tracy, Fredric March, Gene Kelly
GUIÓN TEATRAL ORIGINARIO: Robert Edwinlee y Jerome Lawrence
GUIÓN CINEMATOGRÁFICO: Harold Jacob Smith y Ned Young
FOTOGRAFÍA: Ernest Laszlo
MÚSICA: Ernest Gold
BLANCO Y NEGRO
DURACIÓN: 128 minutos
PRODUCTORA: Metro Goldwyn Mayer & United artists


CONTEXTO: La película se realiza como una adaptación al cine de una obra de teatro con el mismo título, estrenada cinco años antes, basada a su vez en un famoso juicio que tuvo lugar en Dayton (Tennessee) en 1925 conocido como “The Monkey trial”,por lo que al parecer fue un montaje bien organizado en el que para promocionar la localidad, se instó a un profesor de gimnasia a sustituir al profesor de Biología y enseñar el origen del hombre como descendiente del mono, para ocasionar la intervención de la justicia y el jaleado juicio, pues estaba prohibido en ese Estado enseñar ese origen del hombre.


CALIDAD: A nivel cinematográfico, la película es interesante, está muy bien dirigida, y nos ofrece un verdadero duelo de titanes en la interpretación.


COMENTARIO: Heredarás el viento”, es un documento insustituible de apología de la ideología darwinista, comienza como si fuera a juzgarse al darwinismo, y realmente la película entera es un juicio a los creacionistas y a la veracidad de la Biblia. No hay ni un solo argumento a favor del origen simiesco del hombre, y sin una sola palabra, el espectador se pone desde el principio de parte del darwinismo y en contra de los creyentes.

Imagen tomada de bilbaopundit.blogsome.com
En este fotograma, Spencer tracy mantiene en la mano derecha la Biblia, y en la mano izquierda una obra de Darwín.

La película es una catequesis laicista en la que bien distribuidas se van escuchando cosas como: “La Biblia es poesía”; “el hombre no fue creado”; “la santidad es un cuento de niños”; “lo rural y antiguo es la fe, lo moderno y urbano es el evolucionismo”; “las leyes naturales impiden a Dios actuar”; “la fe educa en el miedo”; “el Génesis es un cuento de hadas”; “Dios no creó al hombre, el hombre creó a Dios”; “la evolución es incontrovertible” etc…

Después de todo ese enjuague en el que no se ha dejado lugar a ninguna respuesta razonable de parte de los creyentes, en el clima final de la película, en un ambiente “in crescendo”, en el que el fiscal ya ha sido ridiculizado, el grito, totalmente desprestigiado que se queda flotando en el aire es: “Hay que seguir la fe de nuestros padres”. ¡Cuánto desean los masones que abandonemos la fe de nuestros padres para que abracemos la suya!.

Imagen tomada de: elmundo.es

El asunto no está pasado de moda, este mismo otoño se ha estrenado en Londres en el teatro Old Vic, una nueva versión de “Heredarás el viento” dirigida por Trevor Nunn, a la que pertenece esta foto.

Es curioso entrar en algunos foros cinematográficos y comprobar cómo esta película ha provocado verdaderas crisis de fe y apostasías.
El título de la película es un fragmento de un versículo del libro de los Proverbios que dice: " El que perturba su casa heredará viento, el insensato será esclavo del sabio" ¿será por esto la ley de educación que tenemos en España?. A ver si va a resultar que "ellos" si se toman en serio la Biblia.
“Los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz”.


Semogil 5 de Noviembre del 2.009

domingo, 1 de noviembre de 2009

Los primeros seres vivos



Imagen de estromatilitosactuales de la costa de Ausralia occidental. tomada de http://nuestrorincondelasciencias.blogspot.com/


Vamos a suponer, por un momento, que la vida ha surgido como dicen los evolucionistas, e intentemos revisar qué organismos nos proponen como candidatos para haber sido el primer ser vivo en esa “sopa primitiva” y analizar la viabilidad de esas hipótesis.

· El ser vivo más “sencillo”,[1] según se acepta, es un virus; pero por su propia biología, que le hace necesitar de una célula que lo hospede para poder reproducirse, no puede aceptarse que un virus fuese el primer ser, pues la vida se hubiese terminado con él, al no existir otro organismo más “complejo” en el que introducirse para poder reproducirse. No se puede aceptar que un virus fuese el primer ser vivo.

· Algunos autores que han tratado este tema,[2] plantean que la única posibilidad viable sería una cadena de ARN [3]; ahora para lo que nos interesa basta con saber que una molécula de ARN es una cadena que está formada por unos eslabones que se llaman nucleótidos. Esos eslabones, en determinadas situaciones bastante peculiares, pueden unirse “espontáneamente”, en grupos de tres o cuatro, pero nunca construyen las largas cadenas que encontramos en los seres vivos, porque esas largas cadenas de ARN necesitan inexcusablemente para formarse o una cadena de otra molécula llamada ADN, o bien que actúe una enzima (que es otra molécula orgánica); pero resulta que a su vez, para poder formar una enzima, hace falta una larga cadena de ARN[4]. Por lo que al final llegamos a ese viejo dilema que preguntaba ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?, ¿la enzima o el ARN ?, si se necesitan recíprocamente para poder existir. Por lo que al ser un sistema binario interrelacionado, no se puede aceptar que un fragmento de ARN o una enzima fuesen el primer “ser” vivo.

· Ahora ya sabemos que la síntesis (generalmente partiendo de productos obtenidos de seres vivos) en un laboratorio de uno solo de esos eslabones, que los científicos llaman “nucleótidos activados”, precisa de más de ciento cuarenta operaciones muy precisas, entre las que entran diversas purificaciones muy delicadas, y que un solo error arruina el experimento [5] por lo que es de una ingenuidad total plantear que ese sofisticado proceso ha sucedido doscientas o trescientas veces espontánea y coordinadamente en un charco.

· Por su sofisticada complejidad, no se puede aceptar que una bacteria fue el primer ser vivo de la tierra y que se creó por casualidad. [6]

Organismo de Edicara. Imagen tomada de www.subdivx.com

· Existen algunas bacterias que son capaces de vivir en ambientes con presencia de amoniaco y metano, pero precisamente la peculiaridad de estas bacterias, no es que soporten ese ambiente, sino que se dedican a descomponer la materia orgánica sin oxidar que procede de la actividad vital de los restantes seres vivos. Aparte de que biológicamente son complejas, cómo aceptar que ellas fueron las primeras, ¿de qué se iban a alimentar?.

· Por si esto fuera poco, sabemos que cuando un eslabón de una cadena de ARN, se une a otro, desprende una molécula de agua, agua que debe ser inmediatamente retirada de allí, pues de lo contrario los dos eslabones se sueltan de nuevo, puesto que la cadena de ARN si está en la presencia de agua, se diluye y se deshace [7], ¿cómo se puede entender que esto ocurriese en un charco?.
Diversos organismos de la fauna de Edicara tomado de http://neofronteras.com

Si tenemos en cuenta que los fósiles más antiguos de los que tenemos noticia son o bien los estromatolitos marinos o la fauna de Edicara. Los primeros son crecimientos de algas, que realizan la fotosíntesis, procedimiento tan complejo, que todavía no sabemos con claridad las biomoléculas que intervienen. Y en cuanto a la fauna de Edicara, su riqueza en especies y el tipo de organismos complejos que aparecen, descartan toda posibilidad de un origen a partir de la materia inorgánica.
En resumen, no existe ningún ser vivo sencillo, no se puede aceptar que una minúscula biomolécula de un ser vivo pudiese reproducirse, y los primeros fósiles no son organismos sencillos, por lo que todas las hipótesis sobre el origen de la vida a partir de la materia inorgánica son pura ciencia ficción.



[1] Los evolucionistas se permiten hablar así de un ser vivo, otros no nos atrevemos a tanto, pues como veremos en los próximos capítulos, la complejidad de la estructuración y de la biología molecular de cualquier célula, parece desbordar la capacidad de la mente humana. Independientemente de cuestiones como si un virus que no es capaz por sí mismo de reproducirse o de crecer, puede aceptarse como un ser vivo.
[2] Darnell, James E. “ARN”. Investigación y Ciencia nº 111, Dic. 1.985, p. 36.
[3] ARN es el nombre que se da al ácido ribonucleico, se acepta que este ácido es la molécula orgánica que copia la información genética y la saca del núcleo.
[4] Maynard Smith, John: “Los problemas de la biología”. Edit. Cátedra, Col Teorema, 1.987, p. 176.
Gerald F. Joyce – “RNA Evolution and the Origins of Life” Nature – 338; p. 217-224, 1.989
Thaxton, Charles. “DNA, Desing and Origins of Life” – 1.986.
[5]Cairns-Smith, A.G. 1.990. “Siete pistas sobre el origen de la vida”. Madrid, Edit. Alianza Editorial. p. 81ss.
[6] Gish, D.T., op. cit. pág: 80 y 81.
Jonson, Phillip E. “Juicio a Darwin” Edit. Homolegens – 2.007, p. 125 ss.
[7] Borruso, Silvano; Op. cit. p. 74 y 75.
Wald, G. Sci. Amer, 191, 45 (1.954).
Matthews, C.N. y Moser, R.E., Proc. Nat. Acad. Sci, 56, 1.087 (1.966)


Semogil 1 de Noviembre del 2.009