martes, 12 de enero de 2016

DE ESTE MODO NOS QUIEREN ENDOSAR SU VISIÓN DE LA VIDA Y DEL MUNDO.




 ASÍ ÉRAMOS HACE 47 MILLONES DE AÑOS

Con ese titular se publicó en la prensa Española hace seis años la presentación a los medios de comunicación de este fósil. Lo refiero, porque hace unos días encontré el recorte del breve artículo que daba cuenta del hallazgo, lo acompaña un breve texto que trascribo:
Del tamaño de un gato y con una larga cola que le ayudaba a trasladarse de rama en rama. Así era este prosimio, bautizado “Ida”, nuestro antepasado más remoto. El fósil, extraordinariamente bien conservado gracias a que el cadáver quedó hundido en el fango de una laguna en Darmstad (Alemania) hace 47 millones de años, es 20 millones de años más antiguo que el primer fósil de la línea de los primates conocido.


Darwinus masillae (specimen PMO 214214) foto de Jens Franzen

El equipo que lo presentó ayer en Nueva York se mostró “excitado” por este descubrimiento que calificaron de “auténtico eslabón perdido” que conecta nuestra especie con los demás mamíferos surgidos del Eoceno.
Vamos a comentar unas cuantas cosas sobre este fósil y también sobre el modo en que algunos intentan mantener e imponernos su visión del mundo y del hombre.
Este fósil lo encontró en Alemania, en 1.983, un paleontólogo aficionado. Para sacarle más beneficio, dividió los huesos en dos grupos y los vendió por separado, una parte a un coleccionista privado norteamericano y la otra al Museo de Historia Natural de la Universidad de Oslo. La noticia que comentamos, da cuenta de la presentación en Nueva York de una reconstrucción del fósil completo, tras haber estudiado los dos conjuntos de huesos, los investigadores principales fueron Jorn Hurum de la Universidad de Oslo, y J. L. Francen del instituto de investigación Senckenberg de Frankfurt.[1]


                                           Pata delantera del fósil.

En su artículo comentan que las extremidades anteriores son simiescas, pero que la extremidad posterior conservada, muestra el pulgar opuesto, lo que lo coloca en el árbol evolutivo como nuestro antepasado más remoto.
Veamos la cosa con tranquilidad:

PRIMERO: Es más sensato pensar que los restos pertenecen a un lémur fósil como el de la fotografía, que fue como se clasificó el fósil desde un principio. Pero claro, encontrar un fósil de lémur no te hace salir en la prensa, es mucho más interesante encontrar un antepasado humano.
Los lémures son unos primates que sólo viven en la actualidad en la isla de Madagascar. Nos dicen que llegaron allí desde las costas africanas montados en unas balsas naturales formadas por la vegetación que arrastran los ríos en las tormentas, exactamente del mismo modo que otros primates llegaron desde África a América del Sur. Es curioso que defiendan que unos monos pueden atravesar el Atlántico en un tronco de un árbol, sin agua ni víveres, y que a la vez digan que el ser humano tuvo que esperar hasta hace unos 15.000 años, a un periodo interglacial para pasar desde Asia hasta Alaska y colonizar así América. A pesar de que se han encontrado en México herramientas líticas de hace 45.000 años.
 
No resulta extraño que se pueda encontrar un Lemur en Alemania en los sedimentos de un lago del Eoceno. Ya se han encontrado fósiles de Lemur en el Oligoceno de Pakistán,[2] y en el Eoceno en Egipto y Libia.[3]


                                                                                                                                                                                                                                                 Imagen de:  finearteamerica.com
 
SEGUNDO: En vez de clasificar el fósil en alguna de las especies de Lemur (en la actualidad según los taxónomos, han clasificado los lémures en 50 y algunos hasta en 100 especies distintas, todos en Madagascar, los han clasificado en especies distintas por el color del pelo y diferencias de ese tipo), para no dejar dudas de sus intenciones, lo han clasificado como un nuevo ser y le han dado un nombre nuevo en género y en especie, y le han puesto Darwinus masillae, en honor de su ídolo Darwin.
TERCERO: Lo clasifican de “nuestro antepasado más remoto” y se refieren a él como “Así éramos hace 47 millones de años”. Todo ello, cuando ellos mismos están afirmando que en el Eoceno no existía la especie humana, entonces ¿Por qué dice: éramos?. Del mismo modo se puede preguntar ¿por qué dan por cierto que descendemos de un primate?, a fuerza de repetir un slogan, lo entienden como una verdad comprobada.
CUARTO: Como saben que la hipótesis evolutiva flojea especialmente en lo único que puede probar su validez, en los fósiles, se congratulan y nos presentan este fósil como uno de los “eslabones perdidos”. Curiosamente apenas hay ninguno y los que nos han presentado en otra ocasión, como el arqueoptherix, ya se demostró que era una falsificación y que además de ello, no puede ser la prueba  del paso de dinosaurio a ave, porque hay restos de aves en la Patagonia 70 millones de años más antiguos que el arqueoptherix. Así pues, este nuevo “eslabón perdido” ahora encontrado no resistirá mucho tiempo, En principio, el hecho de ser una reconstrucción de huesos que han sido removidos, separados y vueltos a reunir al cabo de los años, hace fácil disponerlos de modo conveniente para tus intereses.

                                        Pata trasera del fósil.

QUINTO: En la ampliación de la foto, de la pata delantera del lémur fósil (es la que aparece dos fotos más arriba, encima del Lemur) tiene unos dedos prensiles como los primates, y el pulgar dispuesto longitudinalmente como los demás dedos. En la ampliación de la única pata trasera que se observa, se ve un pulgar inusitadamente largo y que está colocado formando un ángulo abierto con el resto de los dedos. Se puede observar perfectamente que las falanges del pulgar son curvas, como es propio de los animales que se agarran a las ramas de los árboles. Normalmente el pulgar en estos animales está colocado en la misma dirección del resto de los dedos para no fracturárselo al saltar de una rama a otra. Es pues inaudito que el pulgar en vida de ese animal tuviese esa posición. Puede haber sido colocado así, o puede ser el pulgar de la otra pata que no aparece. En cualquier caso ese detalle es en lo que se fundamentan para colocarlo como antepasado nuestro. Lo más curioso, que hace que esto parezca una broma, es que el ser humano tiene el pulgar opuesto a los demás dedos en las manos, y este primate tiene los dedos de las manos paralelos, y el ser humano tiene los dedos de los pies con el pulgar en la misma dirección que el resto de dedos, mientras que es ahí, en la pata trasera donde ven el pulgar opuesto en el lemur fósil, tendrán que explicar como se ha cambiado de estremidad la cosa. Lleve cuidado, no se disloque el pulgar y lo tomen por un primate.
SEXTO: Si tenemos que sacar conclusiones sobre la posición de los dedos por la postura de los huesos en el esqueleto fosilizado, saquen ustedes mismos las conclusiones de cómo era la otra pata delantera de este lémur fósil por la disposición de los huesos:

                                                       Pata delantera izquierda del fósil

SEPTIMO: Es cuanto menos curioso que se haya presentado el fósil con esa interpretación en el Museo de Historia Natural de Nueva York, porque los cinco profesores que lanzaron el neodarwinismo a mediados del siglo pasado, eran profesores de la Universidad de Columbia y colaboraban también      con dicho museo. Todo está elaborado y mantenido desde allí.      

Y OCTAVO: La última frase del artículo del periódico afirma: “…los mamíferos surgidos del Eoceno”. Nadie puede afirmar cuando ha aparecido una especie ni una familia o un grupo cualquiera de organismos, lo único que podemos afirmar con seriedad es la edad del fósil más antiguo encontrado hasta ahora. Y en el caso concreto que se menciona de los mamíferos, ya se han encontrado madrigueras de mamíferos en el Triásico en la Antártida, 150 millones de años más antiguas que el Eoceno. Todo lo que se dice en el artículo, son slogan sin ninguna base real, “consignas de manifestación” para adoctrinar al público inocente que no tiene argumentos para defenderse. 

Semogil de arriba, 11 de Enero del 2.016
Ángel Luis Hurtado


[1] Franzen, J.L.; Gingerich, P.D.; Habersetzer, J.; Hurum, J.H.; Koenigswald, W., von; Smith, B.H. 2009: Complete primate skeleton from the Middle Eocene of Messel in Germany: morphology and paleobiology. PLoS ONE, 4(5): e5723. doi: 10.1371/journal.pone.0005723 [electronic only publication, but name available from a print run of this article published separately on 21st May 2009].

[2] L. Marivaux et. al. A fossil Lemur from the Oligocene of Pakistan, Science 587, 294 (5542), 587-591. 2.001.
[3] J.J. Jaeger et al. Late middle Eocene of epoch of Libya yields earliest known radiation of African antropoides, Nature 467 (7319) 1095-1098. 2.010.