lunes, 3 de noviembre de 2014

¿POR QUÉ CUESTA TANTO ENTENDER ALGUNAS ENTRADAS DE ESTE BLOG?.



¿ A qué especie asignamos este cráneo?

Un seguidor silencioso del blog, me ha pedido que escriba más entradas, a la vez, me ha asegurado que no entiende nada de lo que las entradas dicen. Es evidente que lo que le gustan son los comentarios y las respuestas a ellos.
La mayoría de los blog que se pueden encontrar, hablan y hablan de temas, dando por supuesto que conversan sobre algo cierto, sobre algo real. Es muy sencillo colocarse delante de un teclado y escribir. Otra cosa es investigar y querer fundamentar con alguna certeza lo que se escribe, esto último hace que tengas que fundamentar tus afirmaciones, y puesto que este es un blog que trata de un tema científico, las fundamentaciones han de ser científicas, y esas fundamentaciones no están en los diarios digitales, ni en los blog que comentan las noticias, están en las publicaciones científicas. Por eso algunas entradas de este blog son muy técnicas, porque hay que precisar para poder apreciar si lo que escribimos es verosímil o es sólo una opinión sin fundamento. Cuando entréis a un blog, mirad a ver cuántos trabajos científicos se citan y así sabréis que tan serio es lo que allí se escribe.

Es difícil para esta generación acostumbrada a los anuncios publicitarios y a los guasas (sé perfectamente cómo se escribe en inglés) que por su propia naturaleza son breves y escuetos, reunir el suficiente interés y atención para seguir una exposición un poco extensa, pero es el precio que hay que pagar si te importa algo no ser manipulado.
La mayoría de las personas no lee los trabajos científicos, se conforma con las migajas que le dan en lo que llaman divulgación científica, en los documentales y en los programas pseudocientíficos de la televisión, y creen que saben mucho con ello. Dicho todo esto, voy a hacer un intento de dar una versión divulgativa de la última entrada del blog, la que trata sobre el ADN mitocondrial. Es posible que después de leer esto, se entienda mejor la entrada.

SOBRE EL ADN MITOCONDRIAL
Nos dicen que el ADN que hay en las mitocondrias de nuestras células lo heredamos sólo de nuestra madre, pues bien, eso es sólo una suposición que sabemos no es del todo cierta, también se hereda el ADN de las mitocondrias de nuestro padre, sabemos también que se recombinan, se mezcla el ADN mitocondrial de nuestra madre con el de nuestro padre, como por otra parte sucede con todos los cromosomas que tenemos.
Por tanto, si damos por supuesto que el ADN mitocondrial del padre no se hereda, y que no se mezcla con el de la madre, y fundados en esa suposición, hacemos una genealogía, yo, tendré  el mismo ADN mitocondrial que mi madre, que mi abuela, que mi bisabuela, que mi tatarabuela, y así hasta Eva, a no ser que el ADN de vez en cuando mute, (se produzca un pequeño cambio en él). Si el ADN cambia, el cambio se hereda, y de este modo, si analizamos mi ADN mitocondrial y el tuyo, y vemos que tienen 8 diferencias, podemos deducir que nuestros antepasados comunes, están más alejados en el tiempo que los de dos personas que sólo manifiestan dos diferencias entre sus ADN mitocondriales. Pero como el ADN mitocondrial del padre se hereda y además se mezcla con el de la madre. Todas las argumentaciones como las anteriores son especulaciones sin ningún fundamento.
Por otro lado nos dicen que las mutaciones se producen al azar, el azar es por definición algo imposible de abarcar, calcular o predecir por nuestro entendimiento, por lo tanto una persona que defiende que una mutación se produce al azar, y a la vez afirma que sucede con un ritmo de tiempo fijo, está incurriendo en una contradicción de libro.
Y por último, no se puede dar como un argumento científico una creencia, y afirmar que el ser humano y el chimpancé tienen un antepasado común, es afirmar una creencia, eso es algo que los evolucionistas creen, pero que no pueden demostrar ni con fósiles, ni con ningún otro tipo de pruebas científicas, por lo que se están mezclando ámbitos de conocimiento distintos, como son la ciencia y la filosofía, y aunque esto de mezclar es propio de la propia naturaleza humana, ha de ponerse empeño en fijar de qué tipo de conocimiento hablamos.
Hablan de un antepasado común del hombre y del chimpancé, que nadie conoce, nadie ha encontrado, nadie sabe cuando vivió, ni dónde lo hizo, por lo que hablan de un ser imaginario, y la ciencia no trata de seres imaginarios, no trata de unicornios, ni de orcos, trata de hechos reales, es por ello que me tomo todo este interés en evidenciar lo absurdo de estos asuntos, a pesar de que mucha gente de buena voluntad los crea como reales o demostrados, simplemente porque son bombardeados repetidamente con esas informaciones.
No sé si esto ha servido para algo, espero algún comentario al respecto. Gracias.
Ángel Luis Hurtado
Semogil 3 de Noviembre del 2.014

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