ASÍ ÉRAMOS HACE 47 MILLONES DE
AÑOS
Con ese titular se publicó en la
prensa Española hace seis años la presentación a los medios de comunicación de este
fósil. Lo refiero, porque hace unos días encontré el recorte del breve artículo
que daba cuenta del hallazgo, lo acompaña un breve texto que trascribo:
Del tamaño de un gato y con una
larga cola que le ayudaba a trasladarse de rama en rama. Así era este prosimio,
bautizado “Ida”, nuestro antepasado más remoto. El fósil, extraordinariamente
bien conservado gracias a que el cadáver quedó hundido en el fango de una
laguna en Darmstad (Alemania) hace 47 millones de años, es 20 millones de años
más antiguo que el primer fósil de la línea de los primates conocido.
Darwinus masillae (specimen PMO 214214) foto de Jens Franzen
El equipo
que lo presentó ayer en Nueva York se mostró “excitado” por este descubrimiento
que calificaron de “auténtico eslabón perdido” que conecta nuestra especie con
los demás mamíferos surgidos del Eoceno.
Vamos a comentar unas cuantas
cosas sobre este fósil y también sobre el modo en que algunos intentan mantener
e imponernos su visión del mundo y del hombre.
Este fósil lo encontró en
Alemania, en 1.983, un paleontólogo aficionado. Para sacarle más beneficio,
dividió los huesos en dos grupos y los vendió por separado, una parte a un
coleccionista privado norteamericano y la otra al Museo de Historia Natural de
la Universidad de Oslo. La noticia que comentamos, da cuenta de la presentación
en Nueva York de una reconstrucción del fósil completo, tras haber estudiado
los dos conjuntos de huesos, los investigadores principales fueron Jorn Hurum
de la Universidad de Oslo, y J. L. Francen del instituto de investigación
Senckenberg de Frankfurt.[1]
Pata delantera del fósil.
En su artículo comentan que las
extremidades anteriores son simiescas, pero que la extremidad posterior
conservada, muestra el pulgar opuesto, lo que lo coloca en el árbol evolutivo
como nuestro antepasado más remoto.
Veamos la cosa con tranquilidad:
PRIMERO: Es más sensato pensar
que los restos pertenecen a un lémur fósil como el de la fotografía, que fue
como se clasificó el fósil desde un principio. Pero claro, encontrar un fósil
de lémur no te hace salir en la prensa, es mucho más interesante encontrar un
antepasado humano.
Los lémures son unos primates que
sólo viven en la actualidad en la isla de Madagascar. Nos dicen que llegaron
allí desde las costas africanas montados en unas balsas naturales formadas por
la vegetación que arrastran los ríos en las tormentas, exactamente del mismo
modo que otros primates llegaron desde África a América del Sur. Es curioso que
defiendan que unos monos pueden atravesar el Atlántico en un tronco de un
árbol, sin agua ni víveres, y que a la vez digan que el ser humano tuvo que
esperar hasta hace unos 15.000 años, a un periodo interglacial para pasar desde
Asia hasta Alaska y colonizar así América. A pesar de que se han encontrado en
México herramientas líticas de hace 45.000 años.
No resulta extraño que se pueda
encontrar un Lemur en Alemania en los sedimentos de un lago del Eoceno. Ya se
han encontrado fósiles de Lemur en el Oligoceno de Pakistán,[2]
y en el Eoceno en Egipto y Libia.[3]
Imagen de: finearteamerica.com
SEGUNDO: En vez de clasificar el
fósil en alguna de las especies de Lemur (en la actualidad según los taxónomos,
han clasificado los lémures en 50 y algunos hasta en 100 especies distintas,
todos en Madagascar, los han clasificado en especies distintas por el color del
pelo y diferencias de ese tipo), para no dejar dudas de sus intenciones, lo han
clasificado como un nuevo ser y le han dado un nombre nuevo en género y en especie,
y le han puesto Darwinus masillae, en honor de su ídolo Darwin.
TERCERO: Lo clasifican de “nuestro
antepasado más remoto” y se refieren a él como “Así éramos hace 47 millones de
años”. Todo ello, cuando ellos mismos están afirmando que en el Eoceno no
existía la especie humana, entonces ¿Por qué dice: éramos?. Del mismo modo se
puede preguntar ¿por qué dan por cierto que descendemos de un primate?, a
fuerza de repetir un slogan, lo entienden como una verdad comprobada.
CUARTO: Como saben que la
hipótesis evolutiva flojea especialmente en lo único que puede probar su
validez, en los fósiles, se congratulan y nos presentan este fósil como uno de
los “eslabones perdidos”. Curiosamente apenas hay ninguno y los que nos han
presentado en otra ocasión, como el arqueoptherix, ya se demostró que era una
falsificación y que además de ello, no puede ser la prueba del paso de dinosaurio a ave, porque hay
restos de aves en la Patagonia 70 millones de años más antiguos que el arqueoptherix.
Así pues, este nuevo “eslabón perdido” ahora encontrado no resistirá mucho
tiempo, En principio, el hecho de ser una reconstrucción de huesos que han sido
removidos, separados y vueltos a reunir al cabo de los años, hace fácil
disponerlos de modo conveniente para tus intereses.
Pata trasera del fósil.
QUINTO: En la ampliación de la
foto, de la pata delantera del lémur fósil (es la que aparece dos fotos más arriba, encima del Lemur) tiene unos dedos prensiles
como los primates, y el pulgar dispuesto longitudinalmente como los demás dedos. En
la ampliación de la única pata trasera que se observa, se ve un pulgar
inusitadamente largo y que está colocado formando un ángulo abierto con el
resto de los dedos. Se puede observar perfectamente que las falanges del pulgar
son curvas, como es propio de los animales que se agarran a las ramas de los
árboles. Normalmente el pulgar en estos animales está colocado en la misma dirección
del resto de los dedos para no fracturárselo al saltar de una rama a otra. Es
pues inaudito que el pulgar en vida de ese animal tuviese esa posición. Puede
haber sido colocado así, o puede ser el pulgar de la otra pata que no aparece.
En cualquier caso ese detalle es en lo que se fundamentan para colocarlo como
antepasado nuestro. Lo más curioso, que hace que esto parezca una broma, es que el ser humano tiene el pulgar opuesto a los demás dedos en las manos, y este primate tiene los dedos de las manos paralelos, y el ser humano tiene los dedos de los pies con el pulgar en la misma dirección que el resto de dedos, mientras que es ahí, en la pata trasera donde ven el pulgar opuesto en el lemur fósil, tendrán que explicar como se ha cambiado de estremidad la cosa. Lleve cuidado, no se disloque el pulgar y lo tomen por un
primate.
SEXTO: Si tenemos que sacar
conclusiones sobre la posición de los dedos por la postura de los huesos en el
esqueleto fosilizado, saquen ustedes mismos las conclusiones de cómo era la
otra pata delantera de este lémur fósil por la disposición de los huesos:
Pata delantera izquierda del fósil
SEPTIMO: Es cuanto menos curioso
que se haya presentado el fósil con esa interpretación en el Museo de Historia
Natural de Nueva York, porque los cinco profesores que lanzaron el
neodarwinismo a mediados del siglo pasado, eran profesores de la Universidad de
Columbia y colaboraban también con dicho museo. Todo está elaborado y mantenido
desde allí.
Y OCTAVO: La última frase del
artículo del periódico afirma: “…los mamíferos surgidos del Eoceno”. Nadie
puede afirmar cuando ha aparecido una especie ni una familia o un grupo
cualquiera de organismos, lo único que podemos afirmar con seriedad es la edad
del fósil más antiguo encontrado hasta ahora. Y en el caso concreto que se
menciona de los mamíferos, ya se han encontrado madrigueras de mamíferos en el
Triásico en la Antártida, 150 millones de años más antiguas que el Eoceno. Todo
lo que se dice en el artículo, son slogan sin ninguna base real, “consignas de
manifestación” para adoctrinar al público inocente que no tiene argumentos para
defenderse.
Semogil de arriba, 11 de Enero del 2.016
Ángel Luis Hurtado
[1]
Franzen, J.L.; Gingerich, P.D.; Habersetzer, J.; Hurum,
J.H.; Koenigswald, W., von;
Smith, B.H. 2009: Complete primate skeleton from the
Middle Eocene of Messel in Germany: morphology and paleobiology. PLoS ONE,
4(5): e5723. doi: 10.1371/journal.pone.0005723 [electronic
only publication, but name available from a print run of this article published
separately on 21st May 2009].
[2]
L. Marivaux et. al. A fossil Lemur from the Oligocene of Pakistan, Science 587,
294 (5542), 587-591. 2.001.
[3]
J.J. Jaeger et al. Late middle Eocene of epoch of Libya yields earliest known
radiation of African antropoides, Nature 467 (7319) 1095-1098. 2.010.
Me gustó mucho tu artículo sobre el dudoso Superstar de la evolución "IDA". Te diré que también pensé en un Lemur al verlo. Tus conjeturas, a parte de ser lógicas, son las que mucha gente lamentablemente 'no se hace' y simplemente se traga la propaganda impuesta, ajustándose en el "Crédito de Autoridad" ("...lo dicen científicos").
ResponderEliminarEl caso Ida es similar al de el descubrimiento del Australopitecus Afarensis hecho por los Leakey en Tanzania, quienes descubrieron cráneos simiescos australopitecinos y en el mismo estrato ¡Huellas perfectamente Humanas! no con pulgar lateral como los simios. La conclusión debio ser: Mmm entonces los australopitecinos eran simples simios que convivieron con humanos. Pero no "Zapata: si no gana, empata" ..concluyeron que esas huellas tan identificables con humanos pertenecian a esos mismos cráneos.
Sigue conla mision de abrir la mente a la gente y que llegue a la conclusion que la Evolucion es un Fraude Filosófico.
Gracias Roberto por tu comentario, es una alegría ver que hay personas razonables. Por el control que hace el ordenador de la central del blog, se que lo que escribo se lee más en América que en España, aquí han anestesiado a las personas con el sistema educativo, y son dóciles con lo que les dicen.
ResponderEliminarPor otro lado, de todos los paleoantropólogos, posiblemente la familia Leakey son los más sensatos creo yo. Ellos no afirmaban que las pisadas de Laetoli las hubiesen hecho los afarensis, eso se lo han inventado otros después del descubrimiento, sobre todo los que cobran por mantener esta fantasía de que somos un mono que se ha puesto de pie.
Los Leakey pensaban que eran huellas humanas, y también defendieron en todo momento que el homo hábilis que ellos encontraron los primeros, era un ser humano.
Un abrazo.