¿ A qué especie asignamos este cráneo?
Un seguidor silencioso del blog,
me ha pedido que escriba más entradas, a la vez, me ha asegurado que no
entiende nada de lo que las entradas dicen. Es evidente que lo que le gustan
son los comentarios y las respuestas a ellos.
La mayoría de los blog que se
pueden encontrar, hablan y hablan de temas, dando por supuesto que conversan
sobre algo cierto, sobre algo real. Es muy sencillo colocarse delante de un
teclado y escribir. Otra cosa es investigar y querer fundamentar con alguna
certeza lo que se escribe, esto último hace que tengas que fundamentar tus
afirmaciones, y puesto que este es un blog que trata de un tema científico, las
fundamentaciones han de ser científicas, y esas fundamentaciones no están en
los diarios digitales, ni en los blog que comentan las noticias, están en las
publicaciones científicas. Por eso algunas entradas de este blog son muy
técnicas, porque hay que precisar para poder apreciar si lo que escribimos es verosímil
o es sólo una opinión sin fundamento. Cuando entréis a un blog, mirad a ver cuántos
trabajos científicos se citan y así sabréis que tan serio es lo que allí se escribe.
Es difícil para esta generación
acostumbrada a los anuncios publicitarios y a los guasas (sé perfectamente cómo
se escribe en inglés) que por su propia naturaleza son breves y escuetos,
reunir el suficiente interés y atención para seguir una exposición un poco
extensa, pero es el precio que hay que pagar si te importa algo no ser
manipulado.
La mayoría de las personas no lee
los trabajos científicos, se conforma con las migajas que le dan en lo que
llaman divulgación científica, en los documentales y en los programas
pseudocientíficos de la televisión, y creen que saben mucho con ello. Dicho
todo esto, voy a hacer un intento de dar una versión divulgativa de la última
entrada del blog, la que trata sobre el ADN mitocondrial. Es posible que
después de leer esto, se entienda mejor la entrada.
SOBRE EL ADN MITOCONDRIAL
Nos dicen que el ADN que hay en
las mitocondrias de nuestras células lo heredamos sólo de nuestra madre, pues
bien, eso es sólo una suposición que sabemos no es del todo cierta, también se
hereda el ADN de las mitocondrias de nuestro padre, sabemos también que se
recombinan, se mezcla el ADN mitocondrial de nuestra madre con el de nuestro
padre, como por otra parte sucede con todos los cromosomas que tenemos.
Por tanto, si damos por supuesto
que el ADN mitocondrial del padre no se hereda, y que no se mezcla con el de la
madre, y fundados en esa suposición, hacemos una genealogía, yo, tendré el mismo ADN mitocondrial que mi madre, que mi
abuela, que mi bisabuela, que mi tatarabuela, y así hasta Eva, a no ser que el
ADN de vez en cuando mute, (se produzca un pequeño cambio en él). Si el ADN
cambia, el cambio se hereda, y de este modo, si analizamos mi ADN mitocondrial
y el tuyo, y vemos que tienen 8 diferencias, podemos deducir que nuestros
antepasados comunes, están más alejados en el tiempo que los de dos personas
que sólo manifiestan dos diferencias entre sus ADN mitocondriales. Pero como el
ADN mitocondrial del padre se hereda y además se mezcla con el de la madre.
Todas las argumentaciones como las anteriores son especulaciones sin ningún
fundamento.
Por otro lado nos dicen que las
mutaciones se producen al azar, el azar es por definición algo imposible de
abarcar, calcular o predecir por nuestro entendimiento, por lo tanto una
persona que defiende que una mutación se produce al azar, y a la vez afirma que
sucede con un ritmo de tiempo fijo, está incurriendo en una contradicción de
libro.
Y por último, no se puede dar
como un argumento científico una creencia, y afirmar que el ser humano y el chimpancé
tienen un antepasado común, es afirmar una creencia, eso es algo que los
evolucionistas creen, pero que no pueden demostrar ni con fósiles, ni con
ningún otro tipo de pruebas científicas, por lo que se están mezclando ámbitos de
conocimiento distintos, como son la ciencia y la filosofía, y aunque esto de
mezclar es propio de la propia naturaleza humana, ha de ponerse empeño en fijar
de qué tipo de conocimiento hablamos.
Hablan de un antepasado común del
hombre y del chimpancé, que nadie conoce, nadie ha encontrado, nadie sabe
cuando vivió, ni dónde lo hizo, por lo que hablan de un ser imaginario, y la
ciencia no trata de seres imaginarios, no trata de unicornios, ni de orcos, trata
de hechos reales, es por ello que me tomo todo este interés en evidenciar lo
absurdo de estos asuntos, a pesar de que mucha gente de buena voluntad los crea
como reales o demostrados, simplemente porque son bombardeados repetidamente
con esas informaciones.
No sé si esto ha servido para
algo, espero algún comentario al respecto. Gracias.
Ángel Luis Hurtado
Semogil 3 de Noviembre del 2.014
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