martes, 7 de diciembre de 2010

EL ORIGEN DE LAS RAZAS HUMANAS - 1


¿Cuál es el origen de las razas humanas?.
Antes de intentar acercarnos a ese origen, y debido a la expansión de la tontería “progre” actual, parece oportuno señalar que cada ser humano, independientemente de su raza, tiene la misma dignidad, que le viene dada por su propia naturaleza, al descender todos de los mismos ancestros, y por expresa voluntad divina, al ser todos hijos del mismo Dios. Así que todos los hombres tenemos la misma dignidad por ser hermanos, tanto a nivel específico, como a nivel espiritual. Por ello, no tenemos ningún reparo en hablar de las razas porque es algo evidente a nuestros sentidos y de gran importancia. El que por su parte, piense que hablar de las razas es incitar al racismo, que no hable de ellas, que las ignore, el hombre es libre hasta para instalarse en la estupidez.
Dejamos a un lado las múltiples etnias peculiares, y consideramos sólo las tres razas humanas principales que sirven como troncos. Todos los grupos menores, se pueden asociar sin dificultad a uno de estos tres: raza negroide (África y Australia), raza mongoloide (centro y este de Asia y buena parte de Oceanía) y raza caucásica (Europa y Asia occidental hasta la India).
Son muy pocos los antropólogos que se atreven a estudiar este origen, dejan la tarea a los paleoantropólogos, que por el momento, no han conseguido dar razón creíble del origen de las tres razas humanas.
La mayoría de ellos aceptan sin más el origen evolutivo del hombre a partir de algunos “semihombres” o “casi-hombres” anteriores, pero al separar varias especies distintas de hombres, vinculan nuestra existencia al aparecimiento del Homo sapiens, generalmente aceptan que surgió en África a partir de algunos Homo erectus en una fecha relativamente reciente que ellos estiman entre 150 y 200 mil años. Esa nueva especie Homo sapiens exterminó a las demás especies que vivían en la Tierra y en muy pocos milenios conquistó el mundo diversificándose en principio en las tres grandes razas humanas.
Existe un pequeño grupo de paleoantropólogos, principalmente Wolpoff de la universidad de Michigan y algunos profesores australianos, que apoyan lo que llaman la hipótesis del “origen multi-regional”, ellos han observado ciertos parecidos morfológicos entre los distintos restos de Homo erectus de cada continente y la distribución de las tres grandes razas, ellos defienden que los Homo erectus africanos tienen rasgos que recuerdan a los individuos negroides; los erectus europeos recuerdan a los neanderthales, y los erectus de extremo oriente presentan rasgos propios de la raza mongoloide. Por todo ello, proponen que el Homo sapiens no proviene de un tronco único, sino que ha llegado a ser en áfrica y Asia, a partir de los erectus que allí vivían, y en caso de Europa y Oriente próximo el proceso ha sido distinto, a partir de los erectus surgieron los neanderthales y de ellos nosotros. Si se acepta un origen común para todos, hay que remontarlo a antes del Homo erectus.
Evidentemente, no estamos de acuerdo con ninguna de las dos hipótesis. En primer lugar porque según la respuesta que se dé a la pregunta fundamental: ¿Qué es el hombre?, así será el criterio para distinguir a otros seres para sacarlos fuera de la especie humana. El paradigma evolutivo ha impuesto la creencia de que no existe la esencia específica (ya hablamos de esto en otra entrada anterior), y de que establecer si dos seres son de la misma especie o no, es algo subjetivo y por lo tanto poco importante. Existen menos diferencias morfológicas entre un neanderthal y un hombre actual que entre los homo sapiens que aparecen en la foto.


Nos parece un profundo error dividir los hombres que han vivido en la Tierra en diferentes especies, error que sólo puede ser atribuido a una profunda ignorancia, o a una intención perversa. Los rasgos morfológicos, generalmente los únicos apreciables o deducibles de los restos óseos humanos que aparecen en los yacimientos, no pueden determinar si ese hombre era hombre como nosotros o no lo era (suponiendo que hubiese habido alguna vez un hombre que no fuese hombre).
A pesar de los restos culturales que a veces aparecen en los yacimientos, y que son de un significado brutal, como ejemplo, en 1.966 se descubrió en Eslovenia en un campamento neanderthal, un fragmento de una flauta construida con un fémur de un joven oso de las cavernas. El fragmento contiene dos agujeros intactos y otros dos uno a cada lado, en la zona por las que la flauta se partió.[1]
Esto ya es mucho para los que defienden que el Neanderthal era poco menos que un mono: ¿música?, ¡imposible!, así que proponen, que los agujeros los hizo un oso de las cavernas que mordió el hueso.[2] Ante esto, nos hemos tomado la molestia de medir detalladamente los orificios de esa flauta de oso, el diámetro del hueso, la distancia entre ellos, y el diámetro de los orificios, y hemos podido comprobar que las medidas de esos tres parámetros se corresponden exactamente en una proporción de 1,4, con las dimensiones de esos tres parámetros en una de las flautas que los escolares españoles usan en sus clases de música. Así que esa flauta de cuatro agujeros perfectamente circulares, no pudo ser mordida por un oso, que hubiese roto el hueso en astillas.
Se ha probado con una réplica de esa flauta, y se pueden tocar melodías; y también hemos encontrado un magnífico trabajo, de expertos en instrumentos que han estudiado esa flauta, y defienden con contundencia que el fragmento encontrado podía dar dos tonos y un semitono perfectamente diatónicos, y que constituye el más antiguo documento del uso de la escala musical.[3]
Para los que todavía se resisten, después de 30 años de su hallazgo, se ha reconstruido otra flauta neanderthal con 31 fragmentos de un hueso de colmillo de mamut, encontrado en Geissenklösterle (Alemania) y que perfectamente es asociable a las actuales flautas traveseras o contralto.[4] Ésta última, la han “datado” en 35.000 años, y la primera en 70.000. Y aún con esto, no son seres humanos como nosotros. Los hay necios.

La paleoantropología, sería mucho más clara, si confesase que lo que realmente estudia es la distribución geográfica de los distintos tipos morfológicos humanos a través del tiempo, y se dejase de todas esas fantasías de la evolución humana.
[1] Wilford, J. Noble “Playing of Flute May Have Graced Neandertal fire” The N. York Time – 29/10/1.996 – B5 y B6.
[2] Stringer, C. y Andrews, P. Op. cit. p. 210.Justificar a ambos lados
[3] Atema, Jelle – Univ. Boston – http/whyfiles.org/114music/4html
“Evidencia del origen de la escala diatónica” – www.greenwych.ca/fl-compl.htm.
Para ver buenas fotografías de las flautas, ver en la red: “Flauta – Neandertal”.
[4] Cómas, José - “El País” 7 de Enero del 2.005. “Una flauta neandertal”.
Semogil 7 de Diciembre del 2.010